Desde que Franco Colapinto llegó a la Fórmula 1, ha demostrado tener buena muñeca, mucho carisma y, sobre todo, potencial. Pero, tal como le sucedió en Williams, y ahora en Alpine, no lo ha acompañado la escudería, cuyas deficiencias y falta de recursos lo dejan siempre debiendo dentro de la pista.
Lo que le sucede al joven piloto es, curiosamente, lo mismo que al agro argentino: Contamos con la mejor tecnología, productores y profesionales por demás de capacitados y, si bien pareciéramos tener todo para ganar la carrera, nunca terminamos de despegar.
¿Qué condiciona a los Colapintos del agro? Sobre eso le preguntó Bichos de Campo al economista especializado David Miazzo, que respondió sin miramientos: La pista y la escudería.
“Si nos comparamos con la región, principalmente Brasil o Paraguay, vemos que claramente los condicionantes son más internos que externos”, explicó Miazzo, que señala que parte de ese “potencial no cumplido” se lo debemos a las retenciones, las cambiantes políticas anti producción y la baja previsibilidad.
“Por eso pasa que tenés un buen auto, tenés un buen piloto y no vas a ningún lado”, agregó a continuación.
El economista concuerda con el principal argumento que ha esgrimido el sector para pedir la baja impositiva: Que así se incrementaría aún más la productividad y la generación de divisas. Sin ir más lejos, aún con derechos de exportación altos, el sector ha sido uno de los principales dinamizadores del PBI y el empleo, y ha aportado el 80% de los capitales que ingresan al país.
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Si hoy el sector parece estar para el TC 2000 o el Turismo Carretera en vez de para la Fórmula 1 tiene que ver, sobre todo, con las instrucciones que reciben los pilotos por radio y por una pista en la que se transita sin GPS y donde no se conoce siquiera cuál será la próxima curva.
Ahí está el problema. No en el auto, porque huelga repasar la tecnología que tiene el agro argentino, ni en los corredores. “Nuestros productores son más jóvenes y más profesionalizados que en otros países y contamos muchísimos profesionales asesores que saben cómo hacer las cosas”, observó Miazzo.
Por eso es que, para el economista, también debe mirarse el vaso medio lleno. En definitiva, si los “Colapintos del agro” consiguen una mejor escudería y mejores condiciones, pueden ganar la carrera sin problemas.
“Lo demuestra solamente un dato: Si eliminamos las retenciones, el precio de la soja sube 35% para el productor. Te siembran soja hasta en la pista central de La Rural”, señaló Miazzo.
Y no sólo la baja impositiva tendría efectos en los productivo, sino también en la inversión. Más divisas en manos del sector implica más tecnología, más fertilización y, sin dudas, mayor crecimiento. Parece lejano, pero hay un camino trazado para recorrer hasta llegar al podio y descorchar el champagne.
¿ Quienes serían los Colapintos del agro ?
¿ Los arrendatarios q pagan huevadas ?
Si el estado quitara las retenciones, esa recaudación perdida iría a parar a los bolsillos de los dueños de las tierras.
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