A fines de abril vencerá la concesión de la Hidrovía que va desde la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay hasta el kilómetro 239 del Río del Plata. Luis Zubizarreta es el presidente de la Cámara de Puertos Privados ubicados sobre esa vía clave para el comercio exterior argentino, especialmente en materia de granos y subproductos. Dijo que espera que la política no meta demasiada mano en el asunto para recaudar más impuestos.
Las tareas de dragado en esa vía fluvial es operada desde mediados de los años 90 por la empresa Hidrovía SA, donde son socios la firma belga especializada Jan de Nul y la local Emepa del empresario Gabriel Romero. La nueva licitación anunciada y su posterior concesión genera preocupación entre los empresarios, ya que por allí circulan cada año 4.500 buques.
Se trata de una infraestructura por la que se comercializa el 90% de los contenedores, se exporta el 80% de los granos y subproductos y el 100% de los vehículos además de productos siderúrgicos y otros insumos industriales e incluso productos de la minería.
Lo que esperan los privados es que la licitación tome forma y que no involucre la política con ánimo recaudador, saben que teniendo en cuenta que en poco más de un mes vence la que está vigente habrá al menos un año de transición hasta la definición del nuevo ganador.
Al respecto Zubizarreta -que proviene de la aceitera LDC y también es directivo de Acsoja (la cadena de la soja argentina), dijo sobre el manejo futuro de la Hidrovía que “nos parece bien que sea a riesgo empresario”, es decir sin intervención del Estado.
Luego agregó: “Es importante que esta obra no tenga subsidios, que se pague con el propio peaje a los buques y que quien cobre ese flujo de dinero sea el concesionario o usuario, lo que quita contingencias y abarata los costos”.
Escuchá la nota con Luis Zubizarreta:
En definitiva, el representante de los puertos privados -basicamente son cerealeros- espera que no se involucre la política en el manejo de la obra y del dinero. “Eso es lo deseable y es la línea en la que se viene trabajando”, remarcó Zubizarreta.
Además de estar en juego la gestión de este gran canal comercial del país hay mucho dinero en danza. Cada tonelada de carga paga 3 dólares de peaje. Si suponemos que cada buque carga 50 mil toneladas promedio y que entran 4.500 buques, el ingreso de dinero a la nueva concesionaria rondaría los 675 millones de dólares.
Zubizarreta cree que una buena gestión de la Hidrovía permitiría mejorar el calando del río y llevarlo a 40 pies. Eso reduciría el costo de la exportación y por lo tanto se podría abaratar la tarifa. “Creemos que es fundamental que esa autopista funcione bien, que haya más calado y que eso permita bajar más los fletes y acercar más la argentina a los mercados”, se ilusionó.
El presidente de la Cámara de Puertos Privados indicó que el rol del Estado debe estar acotado a los controles de gestión del nuevo concesionario.
“La obra debe ser hecha por expertos y requiere de mayores controles. Quizás esa fue una falencia de esta última concesión. El Estado tiene que estar en los controles pero quien va a hacer el trabajo tiene que ser una empresa privada”, enfatizó el empresario.
Además, explicó que es posible que se liciten las obras por separado y que haya más de un ganador. “Son dos tareas. La del dragado que es la tarea más compleja que requiere equipos muy sofisticados. Hay un segundo ítem que es muy importante que es el balizamiento. Esa probablemente sea otra licitación, con empresas menos sofisticadas y quizás puedan competir las nacionales”, indicó.