Un empresa china y cuatro europeas competirán para ganar la licitación que el gobierno argentino instrumentará para concesionar el servicio de dragado de la Hidrovía del río Paraná, la cual comenzaría a regir dentro de un año, una vez finalizado el período de gestión transitorio de la Administración General de Puertos.
Se trata de la china Shanghai Dredging Company, las belgas Dredging International y Jan de Nul y las holandesas Boskalis y Van Oord. Son las únicas corporaciones en el mundo con capacidad para asumir la tarea titánica de dragar un río como el Paraná.
Pero lo que venía siendo un proceso bastante predecible en manos del ministro de Transporte Mario Meoni, desde su fallecimiento el manejo del asunto se fue complicando a medida que el kirchnerismo comenzó a tener una mayor preponderancia en las decisiones clave sobre la Hidrovía.
Pero ahora se suma un ingrediente más a esta historia, dado que el gobierno de Alberto Fernández tiene abierto un frente de conflicto con el gobierno chino y se teme que la Hidrovía podría llegar a ser una “moneda de cambio” para intentar solucionarlo.
Todo comenzó en julio de 2014, durante la visita del presidente chino Xi Jinping al país, en la cual se firmó el contrato con un grupo de bancos chinos que se comprometieron a aportar 4714 millones de dólares para financiar la construcción de dos grandes represas en la provincia de Santa Cruz.
El crédito fue por quince años con cinco años y medio de gracia para el capital, justo el plazo que se preveía para la construcción de las represas, de manera tal que el plan original consistiría en comenzar a pagar el crédito con los ingresos generados por la venta de energía eléctrica.
Pero a fines de 2015, cuando Mauricio Macri asumió la presidencia, una de las primeras cosas que hizo fue poner en revisión la obra de las represas, el cual posteriormente se vio obligado a retomar luego de que el gobierno chino procediera a bloquear el ingreso de aceite de soja y demorar todos los trámites relativos a habilitaciones de ingreso de diferentes productos agroindustriales argentinos. Eso, junto a diversos problemas técnicos que surgieron durante la etapa inicial de construcción del proyecto, demoraron por demás el progreso de la obra.
La cuestión es que, según informó el sitio especializado en temas energéticos EconoJournal, los bancos chinos –controlados por el gobierno central de la nación asiática– están reclamando la devolución del desembolso inicial de 1500 millones de dólares.
Como es de esperarse, el equipo económico liderado por Martín Guzmán tiene intenciones de refinanciar esa deuda, pero, obviamente, eso requiere de la buena voluntad del gobierno chino, el cual, casualmente, está haciendo intensas gestiones para que Shanghai Dredging Company se quede con el control del servicio de dragado de la Hidrovía.
El gobierno de Fernández no puede darse el lujo de perder 1500 millones de dólares en la actual coyuntura, dado que necesita contar con un elevado “poder de fuego” monetario para controlar el tipo de cambio hasta las elecciones legislativas del próximo 14 de noviembre. Pero, por supuesto, tampoco puede abrir un conflicto con el gobierno chino.
No creo en la militancia, porque me suena a vagancia, tampoco en pobreza cero, porque el pobre esta primero, en todo pueblo sufrido, donde gobierna el bandido, no existe jardin florido.
Esta todo podrido, por dentro y por afuera, cruzando las fronteras, no nos quieren ni pintados, por culpa de estos desgraciados, que tienen los valores cambiados.
Es tanto el daño causado, desde el poder del estado, que no se puede creer, solo apuestan a perder, por culpa de una mujer, que a la justicia, quiere torcer, por los delitos, que cometio ayer.
Buenísimo