La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha declaró el 2023 como el Año Internacional del Mijo. El cereal que actualmente se emplea solamente como una planta forrajera para consumo animal, cuenta con alto valor nutricional y podría ser una alternativa alimenticia para celíacos y veganos.
A propósito de su posible utilización como alimento para humanos, en el INTA Bahía Blanca se está llevando a cabo un monitoreo de dos tipos de mijo, el perenne y el anual, con las cuales se busca resolver además una problemática puntual, que es producir alimento con menor consumo de agua.
En Argentina, durante el período seco se ha podido constatar las posibilidades del mijo anual como planta forrajera en los suelos semiáridos de la zona pampeana, la Patagonia, Cuyo y el Chaco. Es un elemento a considerar pues se trata de la variedad apta para consumo humano.
“Las condiciones para el cultivo son muy básicas, con apenas 500/600 milímetros (de lluvia) y un suelo de 40 centímetros de profundidad anda bien, el tema es que hay que sembrarlo todos los años”, dijo a Bichos de Campo la ingeniera agrónoma Andrea Lauric. La investigadora en el INTA aclaró que el cultivo se comienza a sembrar a fines de octubre y el primer pastoreo (en el caso de su uso forrajero) puede hacerse a los 40 días.
-¿Representa el mijo una alternativa alimenticia frente al cambio climático?
-El mijo anual, que no deja de ser un cultivo, se defiende con un bajo milimetraje de agua y tiene poco ciclo de tiempo, ya en febrero se puede cosechar el alimento y, en una zona semiárida. Eso es un montón- asegura Lauric.
Sobre el mijo perenne, que es la otra variedad con presencia en el país, explicó la especialista: “Es otra cosa, pues es una planta megatérmica, que se siembra, queda la plantita ahí seca y cierra los estomas para esperar la lluvia. Cuando llueve muy poquito, apenas 5 milímetros, tira 5 milímetros de pasto”.
-¿Entonces ha sido este mijo perenne útil para los ganaderos durante la sequía?
-Claro, porque además es un alimento saludable que genera carne de calidad totalmente a pasto. Con el mijo perenne el animal vive en lotes grandes y se trata de un forraje de calidad. Encima se produce alimentos en un ambiente semiárido.
Por parte de la FAO la idea es posicionar al mijo como un alimento para consumo humano, por su alto valor nutricional. En África ya se utiliza como un alimento base en la dieta de las personas, porque es un cereal libre de gluten. De todos modos, los agrónomos siguen apostando por un mayor uso del cultivo como alimento animal. Inclusive se habla de un mijo específico para cada etapa de crecimiento del ganado.
“El ternero necesita más proteína, alrededor de un 20%, porque está en crecimiento, por eso no se le puede dar forrajera de baja calidad. Para estos se recomienda el mijo anual que se siembra todos los años. En cambio la madre, la vaca de cría, se puede restringir con la calidad del alimento. Y ahí entra el mijo perenne que después de las heladas queda en receso”, explicó la agrónoma.
–¿Existe desde el INTA alguna investigación para el mejoramiento del cultivo?
-Realmente con respecto a otras forrajeras las investigaciones son menos. Pero tenemos algunos genetistas que están trabajando con nuevas variedades de mijo. Se están cruzando plantas que se dieron fuertes en un año seco y con estas se generan semillas. Pero hay que decir que es muy poco conocido el mijo y lamentablemente la plata para estudios genéticos se pone en especies que tienen mucho mejor rendimiento.
El pan negro de Perón fue una solucion a la necesidad de ahorrar harina de trigo mezclándola con harina de MIJO !!! un precursor !!!! hoy es “dietetico”!!!