Por primera vez en muchos meses, los precios de la carne vacuna superaron a la inflación mensual. Así la carne dejó de actuar como ancla de este importante indicador y se cesó de profundizar el retraso que se venía dando desde al menos hace siete meses.
Esta semana el INDEC informó que la suba general de precios de noviembre fue de 2,4%, mientras que el promedio de los cortes que mide el organismo tuvo un incremento de 2,9%. La misma suba se dio en las carnicerías de la zona AMBA, de acuerdo con el informe que publicó el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna).
En tanto, en el último año el precio de la carne vacuna aumentó 127% cuando la inflación acumulada respecto de noviembre de 2023 fue de 166%. Esto da cuenta de que tiene un retraso de cercano a los treinta puntos.
En el caso del ganado la diferencia es todavía mayor, ya que los precios de las categorías con las que se abastece al mercado interno subieron 115%.
Ahora las cosas están comenzando a moverse. La hacienda vacuna tuvo una mejora en sus cotizaciones del orden del 20% a fines de noviembre, la que se está tratando de trasladar a las góndolas este mes. Se verá en los próximos días si el consumo interno convalida esos incrementos, o en caso contrario algún eslabón de la cadena ganadera deberá recortar ingresos o se repartirá el rechazo entre el comercio, la industria y los ganaderos.
Los analistas prevén que, debido al achicamiento de los stocks en los feedlots, habrá un nuevo salto de precios en febrero o marzo, cuando el sector de la población que tiene capacidad de consumo regrese de las vacaciones. Ese incremento sería mucho más moderado de lo que vimos en los últimos años debido a que la inflación tiende cada mes a ser más baja.
Por otra parte, a las carnes sustitutas o alternativas les fue mucho mejor que a la vacuna. El kilo de pollo entero aumentó de 1200 pesos de noviembre del año pasado a 3.100 pesos. La suba entonces fue de 160% y empardó la inflación. Esto no da cuenta de lo que pasa con los cortes de más valor, como por caso la pechuga, que se vende en supermercados a precios muy similares a los del bife de chorizo.
También le fue bien a la carne porcina. Luego de varios meses de atraso, el pechito de cerdo tuvo un incremento interanual de 141% por lo que su retraso respecto de la inflación llega al 20%. El kilo pasó de 2.442 pesos a 5.900 pesos de noviembre a noviembre.
Eso sí, cuando uno mira el precio de otros cortes, las pulpas, como por caso el solomillo o la bondiola, las distancia con la inflación es más corta aún.
En definitiva, tanto jodieron con el precio de la carne vacuna que algunos al final le sacaron el jugo al relato perjudicando al consumidor, que ahora paga caras otras carnes que antes eran baratas. Finalmente los actores de la cadena ganadera que son los que más atraso de precio tienen, los verdaderos hijos de la pavota del cuentito del remplazo del consumo de carnes.