La situación del trigo en las principales regiones productoras argentinas mejoró luego de las precipitaciones registradas en el transcurso de la última semana, al tiempo que el estado del cultivo en buena parte del centro y norte argentino se sigue deteriorando.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires aumentó la proporción de área en estado bueno a excelente en un 23%, mientras que la proporción en situación regular a mala se mantuvo en un 15% de la superficie.
“Sobre el centro y norte del área agrícola el aporte de lluvias fue de escaso a nulo, impactando negativamente en la condición del cereal, que continúa avanzando hacía estadios fenológicos críticos bajo un escenario cada vez más limitado en términos de condiciones agroclimáticas, comprometiendo la performance del trigo durante la definición del rendimiento”, remarcó este jueves la Bolsa de Cereales.
Sobre el centro-norte del país el trigo transita entre macollaje y floración, con plantas de bajo porte y color pálido, que en muchos casos no logran cerrar el surco.
En la zona núcleo pampeana, en tanto, si bien el cultivo no alcanzó aún etapas reproductivas, sí se observan plantas amarillentas, de baja altura y escaso macollaje, las cuales, en caso de no contar con lluvias en el corto plazo, podrían comenzar a resignar potencial.
En lo que respecta a la cebada, lluvias sectorizadas sobre el sur y este del país mejoraron la oferta hídrica de los cultivos, mientras que en la franja oeste del territorio nacional la escasa oferta de humedad podría comprometer el rendimiento potencial de los cuadros incorporados en la primera etapa de la ventana de siembra.
La cosecha de maíz comercial transita su recta final, dándose por finalizada las labores en el NEA, centro-norte de Córdoba, sector norte de la región núcleo y San Luis.
“Se logró cosechar el 96,9% de la superficie estimada para la presente campaña con un rinde medio de 50,5 qq/ha y mantenemos nuestra proyección de producción en 34 millones de toneladas para el presente ciclo”, indicó la Bolsa de Cereales.