Un selecto grupo de asesores técnicos dedicados a la importación de fertilizantes y enmiendas, que se ocupan de la tarea sensible del registro de esos insumos agrícolas ante el Senasa, expuso una curiosa situación: Afirman que la desregulación en ese sector promovida por el ministro Federico Sturzenegger está colaborando más a subir los precios que a deprimirlos, como prometía el gobierno.
Eduardo Ezequiel Rodríguez, en representación de ese grupo, recordó que mediante el Decreto 101/2025, que fue ratificado luego por Senasa en la Resolución 214/2025, el gobierno autoriza la importación, distribución y comercialización de fertilizantes y enmiendas que cuenten con certificaciones emitidas por las autoridades competentes de siete países considerados “equivalentes” por la Argentina.
Estados Unidos, Israel, la Unión Europa, Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelandia y Brasil son, a juicio del ministro del gobierno libertario, los países que ofrecen a la Argentina garantías suficientes de seriedad como para no tener que exigirle a sus empresas productoras y exportadoras de fertilizantes que deban registrar sus productos ante Senasa.
Ni bien se conoció esa norma, Bichos de Campo advirtió que esa lista no tenía casi relación con los países que realmente colocaban fertilizantes en el país. Según la estadística de la propia Secretaría de Agricultura, los verdaderos proveedores de esos insumos a la Argentina fueron en 2024 Marruecos, China, Rusia y Argelia.
En este contexto, los expertos en el registro y comercio de fertilizantes advirtieron que a partir de ese decreto promovido por Siurzenegger “se pueden importar partidas de todos los países del mundo, con un procedimiento de una simple declaración jurada, sin necesidad de exigir ningún otro documento o requisito, siempre y cuando estén registrados exclusivamente en los orígenes establecidos en dicho anexo I: Australia, EE.UU. de América, Nueva Zelandia, Reino Unido, Brasil, Unión Europea o Israel”.
Hecha la ley, hecha la trampa, advierten los que entienden del procedimiento, y que contaron a este medio que ahora, “por ejemplo, se permite la importación de partidas con origen de Marruecos o de China, siempre y cuando dichas partidas hayan sido previamente registradas en alguno de los siete orígenes establecidos en la nueva reglamentación”.
Pero lo que, a los ojos de los libertarios, parece la panacea del libre comercio, para quienes entienden del procedimiento finalmente resulta en “una evidente desigualdad en comparación con productos similares de fertilizantes de otros orígenes o nacionales, no registrados en los orígenes ‘ideales’ desde el punto de vista requisitos más estrictos establecidos por el Senasa”.
La conclusión es que la medida del gobierno está teniendo impactos contraproducentes en el mercado, contrarios a los que supuestamente se buscaban.
“Como resultado de esta novedosa reglamentación, implementada por el Ministerio de Desregularización, se genera un incremento en los costos y se prolongan los tiempos de registro de los fertilizantes sin registro, resultando algunos orígenes ‘más favorables’ con respecto a los otros, desde el punto de vista comercial”, indicó Rodríguez.
Esta política de establecer un conjunto de países “equivalentes” por parte del Senasa es absolutamente novedosa y alcanza también al segmento de productos e insumos veterinarios. El Senasa ha recibido fuertes críticas de parte de las cámaras del sector, que prevén también una peligrosa flexibilización de los requisitos para la importación, que podría lesionar incluso la credibilidad de varios de los planes sanitarios de la Argentina.
En este rubro, la elaboración de un listado de países -que dicho sea de paso no aplican la misma vara con la Argentina- fue forzada por Sturzenegger para poder concretar finalmente la importación de vacunas contra la fiebre aftosa de terceros países, de modo de intentar bajar el precio interno de dicho insumo.
Parece que ser serviles del imperialismo, es más caro de lo que parece.
“Serviles del imperialismo”
Parece una frase de Evo Morales, Fidel Castro o Hugo Chavez. Hay demasiados argentinos que hablan y piensan así Por eso nos cuesta tanto, tanto, salir adelante.
No estamos saliendo adelante, estamos yendo para atrás. Mirá Brasil, no para de crecer y de sacar gente de la pobreza. Y acá le pegan a los jubilados.