Sorpresa. El presidente electo Joe Biden aseguró que mantendrá los ejes centrales de la política comercial exterior implementada por la gestión de Donald Trump. Es decir: la “guerra comercial” EE.UU.-China tiene para rato.
“No voy a hacer ningún movimiento inmediato y lo mismo se aplica a las tarifas”, dijo Biden en referencia a los aranceles adicionales aplicados desde 2018 por Trump contra una innumerable cantidad de productos chinos.
El presidente electo, por si quedaba alguna duda, dijo que para gestionar la política comercial relativa a China consultará a los aliados tradicionales de EE.UU. en Asia y Europa para que “podamos desarrollar una estrategia coherente (entre todos)”.
Las declaraciones de Biden, realizadas en un artículo publicado hoy por The New York Times, refuerzan –lejos de aminorar– el factor de incertidumbre geopolítico presente en el mercado global de granos en general y de soja en particular, el cual explica la tendencia bajista de precios que está registrado la oleaginosa esta semana.
Biden además dijo –en palabras que parecen pronunciadas por el propio Trump– que su “objetivo será implementar políticas comerciales que realmente produzcan avances contra las prácticas abusivas de China, tales como el robo de propiedad intelectual, dumping en productos y subsidios ilegales a corporaciones (chinas)”, de manera de impedir la transferencia de tecnología estadounidense hacia las compañías de la nación asiática.
“Quiero asegurarme de que vamos a luchar como el infierno (sic) para que la inversión en EE.UU. sea lo primero”, aseguró Biden para luego indicar que las áreas estratégicas que promoverá serán las de energía, biotecnología, materiales avanzados e inteligencia artificial.
“No voy a firmar ningún nuevo acuerdo comercial con nadie hasta que no hayamos hecho grandes inversiones aquí en casa y en nuestros trabajadores”, afirmó en otra declaración que parece calcada de un discurso del actual presidente de EE.UU.
Los factores intrínsecos de mercados son ultra alcistas: en las primeras 12 semanas del ciclo comercial 2020/21 EE.UU. ya comprometió –según los últimos datos publicados por USDA – el 55% y 87% del saldo exportable potencial de maíz y soja respectivamente, los cuales, además, son récord históricos. El resto del volumen exportable debe administrarse en la siguientes 41 semanas del ciclo en curso (un suceso inédito).
Pero la cuestión es que buena parte de los compromisos de ventas de ambos granos están atados a ventas anticipadas realizadas a compañías agroindustriales chinas, las cuales son propiedad del gobierno chino o bien son controladas por funcionarios del mismo.