Fernando Vilela, flamante secretario de Bioeconomía, no percibe la crisis porcina como la viven los productores. Ellos denuncian estar perdiendo dinero últimamente porque sus costos son más altos que sus ingresos (el cerdo ha bajado violentamente de precio en los últimos meses), pero para el funcionario la actividad tiene perspectivas “inmejorables”.
Los productores dicen además que la importación de carne porcina desde Brasil, favorecida por el gobierno, es como un golpe de gracia y constituye una competencia desleal, pues en el vecino país está habilitado el uso de un promotor de crecimiento llamado Ractopamina, que aquí no se puede utilizar. Para el secretario de Estado, sin embargo, no es cierto que aquí ese productor “esté prohibido” sino que simplemente “no ha sido autorizado”, que no es lo mismo.
Son, claramente, distintas formas de ver las cosas.
Vilella estuvo en la Expo-Suipacha y fue entrevistado por un periodista especializado en producción porcina Alejandro Troia.
-¿Cómo ves el sector y cuáles son las perspectivas para el sector porcino en Argentina?
-Yo creo que son inmejorables. El sector porcino es dentro de las carnes el que ha estado más dinámico en los últimos años, viene creciendo, en buena medida acompañando un crecimiento del consumo interno. Todavía la exportación no tiene valores significativos y creemos que ahí hay una enorme oportunidad, ya sea tanto para el mercado interno como para la exportación. Se da la paradoja de que los dos principales productos de exportación de la Argentina son la harina de soja y el grano de maíz. Y los dos son una parte sustantiva del costo de producir de la carne porcina, un 60 o un 70% debe tener que ver con la alimentación. Entonces, si tenemos alimentos abundantes, debería haber una respuesta en crecimiento.
Fue allí que el secretario anunció que “estamos propugnando por un proyecto de ley -que estamos terminando de elaborar- que permita favorecer, por ejemplo, inversiones que tienen que ver con la transformación de granos en carne porcina, a partir de una amortización acelerada y también de una devolución de crédito IVA inmediato, además de otras que son más generales en términos laborales”.
-Usted es un ferviente defensor del valor agregado pero la Argentina es un gran exportador de materias primas.
-Somos exportadores de alimentos para animales. Los dos productos principales de exportación no los consume ningún humano en forma directa. Ni la harina de soja ni el grano de maíz. ¿Para qué nos lo compran acá? Para ellos producir las proteínas. La pregunta es por qué eso no ocurre. Porque no había reglas de juego para poder hacer inversión.
-¿Hoy está la posibilidad de que esas reglas se empiecen a dar?
-Estamos haciendo esto. Estamos pensando que el Estado no debe ser el único tomador de crédito, como venía ocurriendo con las Leliq y otro tipo de situaciones. Y entonces, en la medida que haya capacidad prestable, que vaya a las empresas. Acá hay una competitividad posible en términos de carne porcina que merece ser promovida.
Allí Troia le preguntó por la contradicción de querer exportar y mientras tanto favorecer la importación de carne porcina de Brasil, que además se produce con Ractopamina, un promotor de crecimiento que acelera la conversión de granos en carne. “Ese gran enojo de los productores”, recordó el periodista.
-Sí, este producto no es que está prohibido, sino que no está aprobado. Y eso le genera a quienes lo usan un diferencial de productividad. En el caso específico del cerdo es de un 5 o 6%. Y a eso le agregamos que a veces ciertos cortes como la bondiola, en países como Brasil, no son tan buscados como en Argentina. Ahí tenemos un tema que hay que resolver a futuro.
Sin mucho más para decir, porque es evidente que escapa de su competencia el tema de las importaciones (a lo sumo, quedó flotando la posibilidad de que desde Bioeconomía se autorice también la Ractopamina en el país, para nivelar la cancha con los brasileños), Vilella prefirió concentrarse en una “agenda positiva” vinculada a las chances argentinas de incrementar su importaciones:
-Tenemos otra situación que sí apunta al tema del mercado externo, que es la búsqueda de la habilitación de China para menudencias porcinas. Que eso también sería un impacto favorable al conjunto del negocio. Ya hace un tiempo que Argentina y las distintas administraciones vienen trabajando esto. Estamos con ese punto arriba de la mesa. Ahora hay una visita de la Canciller a China, que el tema va a estar presente. Y después algún viaje de nosotros que también vamos a llevar esa propuesta. Tanto menudencias bovinas como porcinas son de los temas más importantes.
Son modos de ver las cosas. En todo caso, lo único certero es que el secretario Vilella, como casi todos sus antecesores en los últimos veinte años, ya comenzó a proyectar su primer viaje a China.