La Navidad le trajo la peor de las sorpresas a la familia política de Federico Mollica, los Tesaire-Picón, afincados en diferentes generaciones desde 1920 en un campo ubicado en el departamento Leales, en el paraje se llama Caranchi Pozo.
El 24 de diciembre, según anticipó Bichos de Campo la semana pasada, se encontraron conque un contratista quería sembrarles una parcela del establecimiento familiar amparándose en que un hombre llamado Pedro Manzur -y que dice ser primo del ex gobernador tucumano, aunque no lo sería realmente- se apareció con un boleto de compraventa del año 1999 y en base a ese documento alquiló el campo a otro hombre llamado Alejandro Saleme.
Mollica habló con este medio y relató que ese día varias decenas de personas entraron al predio rompiendo alambrados, “tirando tiros y con maquinaria dispuestos a comenzar la siembra sobre 600 hectáreas”.
Rápidos de reflejos, ese mismo día llegaron a hacer la presentación judicial antes de que la Justicia ingrese en la feria de verano (es increíble que un país se queda sin poder judicial al menos durante todo un mes). Pero el juez de Paz de la zona todavía no se expidió ni recibió la gran documentación que tiene la familia, por lo que el predio continúa usurpado.
Más allá de un improbable lazo familiar con el actual jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien dice ahora ser el dueño del campo, el tal Pedro Manzur, tiene evidentes vínculos con la política. Desde 1980 es empleado del gobierno de la provincia y además fue candidato suplente a diputado nacional por uno de los lemas del Frente para la Victoria.
Escuchá el testimonio de Federico Mollica:
Según relató Mollica, este Manzur chapea con ser primo del ex gobernador. “Eso genera miedo entre los policías y funcionarios judiciales”, afirmó el productor tucumano, quien agregó que Saleme, el supuesto inquilino del campo intrusado, también tendría conexiones. “Tiene supermercados en Yerba Buena y por lo que dicen no le paga al personal”, apuntó.
“Esta gente ya tiene antecedentes de campos usurpados, donde entran y cosecha caña de azúcar, por ejemplo. Son grupos organizados mafiosos que se aprovechan de la gente. En nuestro caso cuando entraron eran unas 60 personas armadas, ingresaron tirando tiros”, aseguró Mollica, quien también admitió sentir temor por exponer su caso en los medios.
Luego contó que una vez hecha la denuncia policial y judicial, cayeron los funcionarios en el campo pero se encontraron con que los usurpadores les había hecho “una barricada y cerraron el acceso”.
“Desde esa fecha estamos desesperados, sin poder entrar a la propiedad. Ellos no pueden sembrar porque intervino la justicia pero nosotros tampoco”, indicó. Ya pasó más de un mes y todavía no recuperaron el campo. “Estamos contando los días”, dijo desesperado Mollica, esperando que se active la justicia ahora que terminó la feria.