Ricardo Rozemberg es economista e investigador principal del Centro de iDeaS (Investigaciones sobre Desarrollo Económico de América del Sur) de la Universidad de San Martín (UNSAM) y además actúa como consultor del INTAL (Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe). Se destaca como un especialista en temas relacionados al Mercosur, de lo que escribió varios libros y artículos.
Consultado por el reciente amague de quiebre argentino dentro del Mercosur, en cuanto al avance sobre negociaciones de libre comercio con determinados países del mundo, Rozemberg dice tener una doble lectura sobre esto. “Primero me parece que en el medio de esta pandemia, hablar de negociaciones internacionales es muy complejo. Pero también me parece complejo tener una posición tan firme al decir ‘no acompañó’. Tampoco es que tenés que firmar mañana un acuerdo con Corea. Hace 20 años que se negocia con Corea”, mencionó.
“De modo que coincido con el Gobierno en no apurar ahora esto, pero no hacía falta una declaración tan fuerte. Y llama la atención la posición de Brasil, Paraguay y Uruguay. Siento que en estos países esto obedece a una demanda local, en donde el negocio exportador agroalimentario tiene muy buen lobby”, agregó Rozemberg a Bichos de Campo.
Aquí la entrevista completa con el economista:
“En la Argentina no existe tal lobby -en el buen sentido-, será por la historia agropecuaria que les cuesta llegar”, pensó el investigador.
Además Rozemberg opinó sobre cómo imagina el mundo pos pandemia: “Supongo que se dará un escenario donde se profundicen las tendencias que se venían dando en los últimos años. Ya en la última década, luego de la crisis del 2008-09, la globalización había entrado en menor velocidad desde los ’90s o principios de los 2000. Y la inversión extranjera también se había ralentizado”, evaluó.
Además consideró que en el nuevo escenario. “muchos países buscan proteger su seguridad alimentaria”, y explicó que “eso implica la ayuda del Estado a los productores -subsidios- y trabas en los mercados. Pero todo este es un juego de suma negativa, si el mercado está bien abastecido de alimentos”, reflexionó.
Por último, dijo que para la Argentina el escenario mundial puede estar convulsionado en el corto plazo, pero que a la larga los commodities agrícolas son los que menos precio perderán y augura un mejor futuro por esto.