Hasta el mes de agosto pasado la concursada Vicentin SAIC venía generando ingresos a través del alquiler de las plantas procesadoras de oleaginosas a compañías agroindustriales. Pero a partir de septiembre, debido a escasa disponibilidad de materia prima, esa posibilidad se interrumpió y las unidades de molienda suspendieron operaciones.
Eso implica que los costos fijos –fundamentalmente salarios– pasaron a ser solventados por una disponibilidad de “caja” que se va agotando mes tras mes.
Los interventores y síndicos del concurso preventivo elaboraron un informe, que presentaron al juez concursal Fabián Lorenzini, en el cual expresan que el directorio de Vicentin implementó una “prueba ácida” –que mide la liquidez de corto plazo– para determinar que “la caja permitiría atender las obligaciones derivadas de la gestión (sueldos, servicios, mantenimiento y fazones, entre otras) hasta el mes de febrero de 2024”.
Sin embargo, esa consideración, según se explica en el informe, tiene varios “peros”. El primero es que el Banco Central (BCRA) realizó diferentes reclamos a Vicentin para que regularice el ingreso de divisas generadas por exportaciones que no fueron –como lo exige la legislación vigente– incorporadas al sistema financiero local.
Algunos de los montos reclamados por el BCRA ya fueron ingresados por Vicentin, pero otros no y la cuenta pendiente asciende a 39,4 millones de dólares. La “prueba ácida” considera que la cautelar presentada por Vicentin para evitar el ingreso de esa suma de divisas finalmente no prospera en la Justicia y, por lo tanto, la empresa debe abonar una multa y traer finalmente los dólares al país.
El informe también señala que, en caso de haber nuevos contratos de molienda a fazón en 2024, la empresa podría contar con una nueva fuente de ingresos, lo que podría ocurrir a partir de comienzos del año que viene con la nueva cosecha de girasol argentina o bien con soja proveniente de la nueva cosecha paraguaya.
Adicionalmente, Vicentin sigue elaborando bioetanol a fazón en su planta de Avellanesa, Santa Fe, para ACABio y Bio4, algo que muy probablemente se consolidaría en lo inmediato ante la necesidad, planteada ayer por el propio ministro Sergio Massa en un acto realizado en Bio4, de incrementar la oferta de bioetanol maicero para poder cumplir con el corte obligatorio del 12%.
En cualquier caso, el informe representa un llamado de atención sobre el futuro de la empresa agroindustrial, dado que a fines de septiembre pasado la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Reconquista resolvió suspender el proceso de “cram down” habilitado por el juez concursal Fabián Lorenzini.
Eso implica que el cronograma de procesos comprendidos en el “cram down” queda suspendido hasta que se produzca un nuevo acto judicial que defina los pasos por seguir, algo que en la actual coyuntura representa un riesgo porque la empresa ya no cuenta con fuentes generadoras de liquidez provenientes de la molienda de granos (el negocio principal) para poder solventar los costos fijos con holgura.