Por Nicolás Razzetti.-
Desde el arranque del año y por lo menos hasta diciembre de 2019 rige el esquema de rebaja mensual de las retenciones a la soja. Curiosamente, para los productores del norte del país esto significa un incremento respecto de lo que tributaban el año pasado. Es que por la soja de la campaña 2016/17, los agricultores de las provincias del llamado Plan Belgrano tuvieron un reintegro del 5% en las retenciones. que ahora no será renovado para la nueva cosecha 2017/18.
El año pasado, mientras al resto de los sojeros se les descontó el 30%, los chacareros del Noroeste y el Noreste gozaron del beneficio de la devolución, al menos en forma parcial ya que no todos cobraron todavía ese reintegro y además alcanzó sólo a la venta de las primeras 2.000 toneladas cosechadas.
Este plan fue ideado por la gestión del ex ministro Ricardo Buryaile, como una suerte de compensación al alto costo del flete y debido a que en 2017 el Gobierno aplazó por un año el cronograma inicial que ha bía planteado para reducir las retenciones. Pero desde un primer momento las autoridades aclararon que sólo regiría por un año.
En el arranque del 2018 se puso en marcha el nuevo esquema de rebaja gradual a razón de medio punto porcentual mensual. En enero las retenciones a la soja quedaron en 29,5% y en mayo cuando los productores estén cosechando y comenzando a vender en forma disponible la soja, el descuento en el precio que sufrirán debería ubicarse en el 27,5%. Recién en octubre las retenciones alcanzarían el 25% que -reintegro mediante- había regido para esas provincias el año pasado.
Lucas Norris, productor salteño y directivo de Prograno, dijo que “el costo del flete es de 70 dólares por tonelada, y con una soja en torno a los 250 dólares, el envío a puerto significa cerca del 30% de la cotización del poroto”. Es decir, el problema que dio origen al reintegro no desapareció.
En el caso del maíz, la situación es peor. La incidencia del flete es del 50% del precio de venta. En este caso no había reintegros, porque las retenciones fueron eliminadas a fin de 2015, con la asunción del gobierno.
Por eso desde la entidad salteña están pidiendo que se contemple algún tipo de beneficio al menos por un tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que “en la zona un buen rinde de soja ronda los 2.700/2.800 kilos por hectárea”, muy por debajo de los volúmenes que se cosechan en la zona central del país donde la distancia a los puertos es mucho mayor.
“En su momento presentamos un pedido de compensación al flete que fue descartada por las autoridades, nos dijeron que no era viable. De todos modos creemos que algo se debería hacer para ayudar a la zonas extra-pampeana”, insistió Norris.