El presidente Alberto Fernández se apuró este miércoles en inaugurar el nuevo puerto agroexportador de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) en Timbúes, al norte de Rosario, sobre el Río Paraná, donde las obras todavía están incompletas. Pero Alberto se apuró. Tenía necesidad de enviar señales conciliadoras hacia el sector agropecuario luego de los cruces por la intervención oficial en Vicentin y la ola de ataques de desconocidos a silobolsas.
En un acto convocado desde la propia Presidencia, que lo tuvo a Alberto en Buenos Aires comunicado por teleconferencia con el gobernador santafesino Omar Perotti y con Claudio Soumoulou, el presidente de ACA, lo único que se pudo anunciar en concreto ayer fue la habilitación nacional de esa nueva terminal portuaria sobre la Hidrovía, que colocará a ACA y sus cooperativas en mucha mejor posición para exportar su producción de granos y derivados.
Lo dijo Soumoulou: sobre esas 130 hectáreas de campo pegados al río se están construyendo instalaciones con una capacidad de recibir 70 camiones y 20 vagones con granos por hora. En una primera etapa este nuevo puerto tendrá una capacidad para almacenar 200 mil toneladas, y una velocidad de carga de los barcos de 1.600 toneladas por hora, divididas en dos líneas. “Es una obra que habla de un hito importante de nuestra historia como cooperativas del interior y nos da gusto poner proa hacia la parte final” del proyecto, afirmó el presidente de ACA.
Alberto, cuya gestión enfrentará este 9 de julio un “banderazo” en el que prometen participar un buen número de productores agropecuarios, y que entre otras cosas reclamará por la no injerencia del gobierno en el caso Vicentin, aprovechó la ocasión para enviar señales al sector productivo.
“La única Argentina que concibo es la que invierte y produce, la Argentina que se desarrolla. Los hombres del campo tienen mucho para dar en la Argentina que se viene, porque claramente el campo es un actor importante en la economía”, enfatizó el mandatario, que no hizo mención en ningún momento ni al conflicto en torno a Vicentin (de las cuales ACA es una de las principales acreedoras, pues espera cobrar unos 100 millones de dólares) ni a la ola de roturas de silobolsas u otro tipo de ataques a campos.
Más allá de la falta de menciones específicas de estos conflictos que irritan mucho a la comunidad agropecuaria, quedó claro que el acto fue pensado para enviar señales. Por ejemplo, se envío una señal más de que Alberto archivó las amenazas de expropiación de Vicentin, para dar espacio a una propuesta más moderada del gobernador Perotti, que busca una intervención que pueda dar origen dentro del concurso judicial a una empresa mixta, que incluso podría incorporar como accionistas a acreedores como ACA. “Querido Omar”, dijo el presidente al referirse al gobernador que timonea estos días esas tratativas.
Para enviar señales necesitaba Alberto este acto, que solo él anunció como una inauguración. “Que hoy estamos inaugurando un puerto a mi me pone particularmente contento. Esta es una forma de desarrollar la economía con un criterio de compromiso y de solidaridad que que es el que uno reclama esté más presente en el capitalismo”, dijo el presidente, elogiando el origen cooperativo de esta inversión en marcha.
El presidente de la Nación tampoco hizo referencia a sus planes respecto de qué se hará con las obras de la Hidrovía, cuya concesión vence en 2021. Pero sí mostró estar muy interesado en el tema. “La Hidrovía a mi me obsesiona. La Argentina necesita de sistemas de desarrollo regional mucho mejores y tenemos que favorecer que toda la producción del norte pueda salir por esa vía hacia el mundo. De ese modo evitaremos la concentración en grandes centros urbanos y favoreceremos el desarrollo de otras regiones” sostuvo.
Este y otros argumentos son muy utilizados por ciertos sectores del agro local que insisten en que el camino de desarrollo de la Argentina está en dotar de mayor competitividad a los sectores del agro, para mejorar la oferta exportadora y poder agregar valor a las materias primas que produce el campo.
En este sentido, también otra una caricia de Alberto para quienes apuestan a esa vía. “Los aliento a no bajar los brazos. Tenemos muchos desafíos por delante y tenemos que trabajar juntos. El futuro nos impone ver de que modo empezamos a industrializar esa producción primaria que hoy exportamos. Empezar a exportar productos industrializados va a ser mejor para el país y para ustedes”, resumió el Presidente.