Los precios de los contratos futuros de materias primas en general y productos agroindustriales en particular en el mercado estadounidense CME Group siguen estando bajo “asedio” de factores financieros ajenos a cuestiones intrínsecas propios de los mercados de commodities.
El viernes pasado el Estado de California cerró las operaciones de Silicon Valley Bank (SVB) luego de que una corrida contra la entidad bancaria la tornada inviable. El domingo el estado de Nueva York decidió los mismo con Signature Bank.
Se trata de dos “víctimas” más de una mala gestión de activos promovida por un período de explosión de liquidez con tasas de interés prácticamente nulas durante 2020 y 2021.
La necesidad de contener las presiones inflacionarias llevó un año atrás a las autoridades monetarias de EE.UU. (Fed) a subir progresivamente las tasas interbancarias de referencia, que actualmente se encuentran en un rango de 4,50% a 4,75% anual, cifras que no llegan a cubrir la inflación estadounidense del 6,4% según el último registro oficial de enero de 2023.
Este martes se difundirá el índice de evolución de precios minoristas de EE.UU., el cual se espera que registre un leve descenso, aunque, para alcanzar una situación de equilibrio, las tasas de interés deberían al menos equiparar a la inflación, algo que –por el momento– está lejos de ocurrir.
Los desajustes que vienen arrastre del período pandémico, en el cual se pretendió subsanar el desastre económico promovido por el encerramiento global con una emisión monetaria desmedida, vienen impactando en las cotizaciones de las materias primas desde abril del año pasado.
El Bloomberg Commodity Index Total Return, uno de los principales indicadores de futuros de materias primas, luego de operar como “cobertura” contra la inflación entre los años 2020 y 2021, a partir del año pasado se “dio vuelta” para empezar a reflejar la amenaza de un enfriamiento económico a escala global.
El contexto geopolítico tampoco ayuda ante el crecimiento de las tensiones existentes entre EE.UU. y China, las cuales podrían derivar en una nueva “guerra comercial” entre ambas potencias.
En tal contexto, los análisis de mercados agrícolas que no contemplen tales factores corren el riesgo de fracasar de manera estrepitosa, dado que los flujos de capitales entre los mercados de bonos, acciones y derivados no “respetan” los fundamentos intrínsecos de cada producto en particular cuando llega el momento de liquidar posiciones de manera masiva para resguardar el capital.