La soja paraguaya sigue ingresando al mercado argentino para cubrir el faltante de oferta generado por el menor ritmo de ventas de poroto realizado por los productores locales.
En los siete primeros meses del ciclo comercial 2023/24, si bien la cosecha argentina de soja se recuperó luego del desastre productivo ocurrido en 2022/23–, Paraguay sigue exportando grandes volúmenes de poroto a su vecino para garantizar el funcionamiento de las industrias oleaginosas localizadas en la zona de influencia de Rosario.
El procesamiento argentino de soja entre abril y octubre de este año fue de 27,6 millones de toneladas, una cifra 55,5% superior a la registrada en el mismo período de 2023, según datos oficiales.
La noticia es que gran parte de ese crecimiento fue posible gracias a la importación de soja –que en su mayor parte provino de Paraguay–, porque el ritmo de comercialización de soja por parte de los productores argentinos viene registrando cierto retraso.
En lo que va del ciclo comercial 2023/24 la importación de soja sumó 5,15 millones de toneladas, lo que implica un volumen equivalente al 18,6% de la molienda total realizada en ese período.
La Secretaría de Agricultura estima que, con una cosecha proyectada de 48,2 millones de toneladas, en el presente ciclo 2023/24 la importación de soja sería de 6,40 millones de toneladas. De todas maneras, es probable que esa cifra deba ser reajustada al alza en los próximos meses.
Argentina cuenta con un importante remanente de soja 2023/24 de propia producción. Sin embargo, por diferentes circunstancias económicas y contractuales (parte de ese stock corresponde a propietarios de campos que cobran en especie), un gran volumen pasará a la nueva campaña 2024/25 (según la Secretaría de Agricultura sería mayor a 9,0 millones de toneladas).
El ingreso de soja al mercado argentino se realiza en el marco del régimen de “importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir perfeccionamiento industrial”, el cual –implementado por el decreto 1330/2004– facilita el ingreso de insumos con la obligación de que los mismos, una vez procesados en territorio argentino, sean exportados para generar divisas.
El régimen, conocido popularmente como “de admisión temporaria”, fue desactivado en 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ser reintroducido a comienzos de 2016 por la gestión de Mauricio Macri. Desde entonces, en lo que respecta al complejo sojero, el poroto ingresa al país para elaborar harina y aceite de soja, los cuales posteriormente se exportan. La alícuota del derecho de exportación (33%) se aplica sobre el valor agregado, es decir, sobre la diferencia del valor de la harina y el aceite exportado (FOB) menos el valor del poroto importado (CIF).
Importamos soja ?? Jaja
No creo q sea importación. No la nacionalizan. Es soja para industrializar ” en tránsito “
Una pena realmente que no termine de arrancar y aceitarse todo con los productores Argentinos …. El Campo es uno de los mayores generadores de divisas …. Terminemos con esto que no es nuevo.
El campo no la ve
Paraguay tiene tanta soja? Permítanme dudar, y pensar que es soja argentina contrabandeada y vuelta a ingresar como “en tránsito”. A un productor del norte argentino no le dan los números para trasladarla hasta el puerto de Rosario, hasta que no bajen las retenciones por lo menos. Nada nuevo bajo el sol…..
Coincido con ud. Es más me da la impresión que la soja nunca se movió de argentina.