En el sector ganadero se suele destacar el atraso de los precios de la hacienda y de la carne con relación a la inflación. “La calle no tracciona”, dicen habitualmente los matarifes en el Mercado de Cañuelas, que hoy 26 de julio celebran su día. Pero cuando se miden los precios de este mes tanto de la hacienda como los de la carne vacuna con respecto a los que había en el cierre del 2022, la situación es bien distinta.
En la última semana de diciembre los novillos alcanzaron un promedio de 300 pesos contra los 485 que se registraron ayer en el Mercado Agroganadero de Cañuelas. Para esta categoría la suba fue de 62%.
Los novillitos pasaron de valer 300 pesos a fines del 2022 a cotizar en 500 pesos que lograron ayer en el MAG. La suba fue de 60%. En igual porcentaje aumentó el valor promedio de las vaquillonas.
En tanto, la inflación de los primeros 6 meses del año fue de 50,7% según informó el Indec, y a eso hay que agregar la de julio que se estima en torno al 7% por lo que alcanzaría el 57/58%.
En conclusión, la hacienda, al menos en lo que va del año, aumentó lo mismo o un par de puntos más que la inflación promedio de la economía argentina, aunque cabe destacar que en la comparación interanual sigue atrasada. Es que la mayor queda se registró en el último semestre de 2022. Y además en los dos primeros meses de 2023 hubo un fuerte ajuste de los valores.
Mientras tanto, la suba del precio de la carne al consumidor tuvo un incremento similar. Según el IPCVA en junio el promedio de todos los cortes de la media res en CABA y conurbano fue de casi 2.000 pesos. Ese promedio había sido de 1.200 pesos en diciembre pasado. La carne aumentó entonces en 6 meses 60%.
Esto significa que toda la mejora en el precio del ganado se trasladó al precio de la carne en la góndola.
Lo llamativo es que esto se da en un contexto de alta oferta. Este año la faena aumentó 12%, la producción de carne 10% y el consumo por habitante promedia 52 kilos. Lo que se espera es que el valor de la hacienda pegue un nuevo salto antes de fin de años, aunque algunos creen que será antes de lo previsto, que no hay tanta hacienda disponible en el segundo semestre.
Es cierto que los feedlots tienen 2 millones de animales encerrados, pero no hay ganado disponible de los engordes de caseros que no pudieron hacerse ni de rollos ni de maíz por la seca. Además, por los mismos motivos, hay un notable faltante de novillos. Por eso algunos operadores creen que la mejora podría ser antes de lo esperado.