Hace un tiempo que el Gobierno Nacional está dispuesto a recortar y ajustar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Uno de los proyectos de “reestructuración” que se conoció fue el del ministro de Desregulación Federico Sturzenegger, que proponía fusionarlo con su par de tecnología industrial (INTI) y la Conae, Comisión Nacional de Actividades Espaciales.
Esto no prosperó, pese a que circuló un resumen de las bases del proyecto, desde las entrañas del propio equipo económico del funcionario. Todo parecía encaminado, pero ganó la idea de Luis Caputo, de realizar otro proceso distinto de ajuste.
Lo cierto es que una noticia reciente generaría gozo al equipo de Sturze, y tiene que ver con que INTA e INTI en conjunto inauguraron una planta para agregarle valor a la quinua, y de esta forma generar arraigo e industrialización de la materia prima a un cultivo creciente en San Juan.
Con fondos públicos, esta planta inaugurada en Pocito, San Juan, en las instalaciones del INTA San Juan, tiene la función de desaponificar la quinua, lo que hasta ahora es el principal escollo de este súper alimento.
El camino recorrido hasta el corte de cinta de esta planta se remonta a 13 años atrás, cuando desde el INTA San Juan comenzaron a pensar que reintroducir un cultivo ancestral de la zona, de probadas cualidades nutricionales como es la quinua, representaba una interesante opción de diversificación para los productores. Desde ese entonces el INTA comenzó a trabajar junto a productores de los valles andinos de San Juan y Mendoza para que la quinua nuevamente estuviera en el mapa.
Esta planta será única en la región para la producción de quinua desaponificada (sin uso de agua, con alta eficiencia energética) tanto en grano como harina a escala comercial.
El desaponificado es el proceso de eliminación de las saponinas del grano de quinua mediante escarificado en seco. Esta etapa es fundamental para que el grano sea apto para el consumo humano y representa la principal limitante para su uso industrial en alimentos, debido a que las empresas solicitan grandes volúmenes de quinua libre de saponinas y preferentemente como harina, durante todo el año. Cabe destacar que las saponinas se recuperan como un bioinsumo en forma de polvo apto para ser vendido a otras industrias agroalimentarias y farmacéuticas.
Los objetivos principales de la planta son: la industrialización del grano y la generación de subproductos con agregado de valor local, impulsando a que aumente la superficie cultivada en la región de Cuyo. Por otro lado, facilitar el acceso de la población a un alimento sano y nutritivo.
Se encuentra ubicada en el sector agroindustrial de la EEA San Juan INTA, junto al equipo de limpieza y clasificación de semillas. Se han montado tres grandes estructuras que delimitan las actividades y la capacidad operativa de la planta. La primera es el equipo de desaponificado o escarificado, que separa la saponina de la semilla por un proceso físico eliminándola en forma de polvo a razón de 500 kg/h. La semilla libre de este antinutriente pasa a la segunda estructura donde se encuentra el molino de martillos oscilantes. Toda la semilla ya limpia puede ser molida para obtener harina de quinua destinada a la panificación, por ejemplo. Por último, en la tercera estructura se encuentra el envasado semiautomático que puede ser en varios tamaños, desde bolsas de 20 kilos a bolsones tipo big bag de 1000 kilos.
El sistema neumático instalado hace posible el traslado de las semillas mediante la impulsión de aire desde que son recibidas, hasta el envasado, y por aspiración lleva la saponina al exterior del galpón para almacenarse en bolsas. La saponina aquí obtenida es potencialmente la materia prima de innumerables procesos industriales.
Los aportes estratégicos del nuevo equipamiento son: brindar servicio a los productores, generar quinua desaponificada bajo estándares internacionales, facilitar su inserción en el mercado local, abastecer la demanda industrial y reducir las importaciones.
La instalación de la Planta fue posible gracias al financiamiento otorgado en 2021 por un proyecto del Programa “Ciencia y Tecnología contra el Hambre” del MINCyT, coordinado por la Mag. Ing. Vanina Cornejo junto a otros investigadores y extensionistas de la EEA San Juan e ingenieros de INTI. A su vez, contó con apoyo adicional del Ministerio de Producción de San Juan, Fundación ArgenINTA y el INTA. Este logro institucional es producto de las investigaciones realizadas en el cultivo de quinua desde 2013 que lleva a cabo el equipo de San Juan encabezado por el Dr. Gonzalo Roqueiro, la Dra. Nadia Bárcena y el Mag. Lucas Guillén.