Los datos del último trimestre de 2022 muestran –sin sorpresas– que las ventas de maquinaria agrícola comenzaron a caer en el mercado argentino en línea con el desastre climático y la ausencia de créditos disponibles de largo plazo a tasas de interés accesibles.
En los últimos tres meses de 2022 la venta de tractores –según informó este lunes el Indec– fue de 2056 unidades (-2% que en el mismo período de 2021), mientras que la de cosechadoras se ubicó en176 equipos (-14%), la de pulverizadoras en 320 (-25%) y la de sembradoras en 482 (-35%).
En lo que respecta a los números relativos a los tractores, vale aclarar que la venta de equipos con una potencia superior a 200 caballos de fuerza –que son los empleados en agricultura extensiva– fueron en el último trimestre del año pasado de 381 unidades, una cifra casi 22% menor que la registrada en el mismo período de 2021.
La última “foto” del negocio no es buena y la perspectiva de las propias empresas del sector indica que la tendencia decreciente de ventas se extenderá durante el transcurso del presente año.
¿Qué puede decirse de la “película”? Si se analizan los datos oficiales históricos de ventas de sembradoras y cosechadoras –indicadores que miden bien la evolución de la capacidad de pago de las empresas agrícola– es factible advertir que el mercado de cosechadoras está virtualmente “planchado”.
En lo que respecta a las sembradoras, en los últimos tres años el sector registró un impulso importante de ventas, el cual estuvo mayormente promovido por la necesidad de desprenderse de los pesos en un contexto de aceleración inflacionaria.
Esa necesidad de buscar refugio en “fierros” también contribuyó a sostener las ventas de cosechadoras y tractores de alta potencia en los últimos años, aunque la oferta de los mismos estuvo limitada ante las restricciones implementadas para importar equipos completos y piezas.
En cualquier caso, más allá de las particularidades coyunturales, la “película” evidencia que la capacidad de pago de las empresas agrícolas muestra una tendencia decreciente en las últimas dos décadas, algo que no es extraño frente a la creciente presión impositiva e intervenciones gubernamentales combinadas con desastres climáticos recurrentes.
Hola que tal soy Eduardo Larraín gracias porque su espacio periodístico nos da a las personas del Rubro una guía. Quiero comentar que por esas cosas de la vida me toco cenar con el SR Vasco Jose Mendiguren el día previo a que presente el plan 2030. Conversamos por 2 Horas ( de mi invento para el Agro y de su plan.) sobre el plan 2030 hoy por hoy es lo mejor que tenemos tomemoslo ! Por lo siguiente como todo plan puede tener sumatoria de cosas nuevas y actualizaciones de acuerdo a los tiempos…. pero por favor no caigamos en cosas obvias y entendidas que demás esta pronunciarlo como por ejemplo que se nombre al Agro propiamente dicho ( hoy debemos preservar la palabra Agro = campo) ya se sabe que bajando costos en fertilizantes e ingresos brutos esta hablando del productor y la cosa cambia!
sumado a las otras alternativas del plan que impacta en el productor y no en el la cadena de venta….. es imperioso se deje de calificar negativamente antes de probar o rendir el examen… Por favor entiéndase que el camino es preservar el plan con sus virtudes y posiblemente defectos. Pero no desechamos las cosas… tenemos en frente un competencia política muy compleja por el sillón tan importante como el sillon del SR Rivadavia. Apoyemos esto que es algo de donde tener esperanzas para una Argentina en problemas serios. Para que el próximo presidente de la Nación continúe con el apoyo de este plan y no lo descarte matando todo lo construido como los Argentinos estamos acostumbrados a ver.
Ya que esta vez los problemas llegaron al punto de poder seguir cayendo aún más como Nación frente al mundo.