“Nuestro objetivo es el suelo. Nosotros consideramos que el suelo es la esencia de todo y, el cultivo -lo implantado- es un accidente de la condición del suelo”.
Esa es una máxima que siempre tiene en cuenta el biólogo y agrónomo Marcelo Warnes a la hora de formular productos biológicos desde que fundó hace aproximadamente 30 años en Santa Fe la firma TecnoSustrato. La empresa instalada en Rafaela se distingue por brindarle al sector agrícola bioinsumos con una alta concentración de carbono, lo que permite recuperar suelos y a la vez poder producir alimentos de calidad.
“La pérdida de carbono es el principal problema del agro, pero es dificultoso recuperar ese carbono”, dice el profesional. Por eso siempre parte de un diagnóstico de suelo, que su firma realiza laboratorio adentro, para conocer “cómo interactúan todos los compuestos que hay” en cada uno de los lotes a tratar. Así las cosas, TecnoSustrato es la materialización de un largo proceso de investigación, donde se unen la biología y las ciencias agronómicas.
“Nosotros hacemos grupos ambientales y después vamos al campo y hacemos muestreos. Entonces con un muestreo exacto, conocemos la condición real del suelo a partir de un análisis cualitativo. Con toda esta información, que obtenemos del satélite, podemos ver la respuestas frente a diferentes situaciones ambientales y determinar una condición. Esa condición permite comprender cuál es la dosis y la línea de productos aplicar”, explicó Warnes a Bichos de Campo.
Para el agrónomo, este tipo de tratamiento es “un disparador de recuperación biológica, ya que con ese 90% de carbono que contienen los productos de la empresa aumenta la carga biológica y por ende empieza a recuperarse el suelo.
“Somos cuidadosos a la hora de determinar dosis, porque si pones poca, se diluye y si pones mucho se achancha. A partir del análisis cualitativo determinamos dosis y por eso en muy poco tiempo estamos viendo cambios que son sorprendentes”, detalló.
Mirá la entrevista completa a Marcelo Warnes:
-¿Exactamente que es este producto disparador que están aplicando?¿Se trata de una formulación propia?– le preguntamos.
–Es una conjunción de compuesto biológico y es una fórmula nuestra. La materia prima son es compuestos biológicos, ya sea plantas, árboles, animales muertos que se fueron realizando bajo el suelo y no terminaron siendo carbono ni petróleo porque hay un diferencial de presión y temperatura, llegaron a la mineralización para transformarse en leonarditas. Entonces ese medio camino es fantástico porque es carbono, en macro y micromoléculas totalmente disponibles. Entonces en función de nuestra investigación tomamos las macro y micromoléculas, las transformamos en un sistema nanotecnológico, donde cada una cumple una función.
En este sentido, en busca de la materia prima más pura, Warnes importa una leonardita con mayor concentración de carbono. DFespués a esta base le mezclan otros compuestos y algas específicas de la zona sur de país, hasta lograr una sustancia con aspecto de gel. Luego, la aplicación de este bioinsumo es totalmente mecanizada con cualquier método de pulverización.
“Nosotros empezamos con bidones de 20 litros, pero después empezamos a observar que el bidón en el campo era contaminación. Además teníamos problemas con la disponibilidad y con contaminación visual. Entonces redujimos la cantidad de bidones al 50%. Eso no me dejó contento tampoco y lo transformé en un gel. Hoy envasamos en una bolsita de un kilo capaz de cubrir con el producto unas 10 hectáreas”, dijo el desarrollador.
-Hay varios productos que surgen a partir de la variación de este gel ¿Cuáles son y para qué sirven los demás productos que forman parte de la paleta?
–Por ejemplo, el primero es para recuperar el suelo, como ya dijimos. El segundo es la que genera la rizosfera en la semilla (inoculantes para semilla). De este tenemos dos: uno que es con carga biológica, con microorganismos, y el otro es sin microorganismos, por si querés ponerle fungicida y luego lo mezclas. Después tenés uno para tratar, algo que he notado durante años de investigación, diferentes procesos de estrés en la planta. Entonces nosotros, cuando tiene la tercera o cuarta hoja verdadera, aplicamos un nutricional de suelo porque complementamos la condición del suelo con un compuesto nutricional para que el suelo lo entregue en la planta. Tenemos el foliar con un alto compuesto de macromoléculas de sustrato que es permeables a las membranas biológicas, entonces introducimos todo los nutrientes que nosotros necesitamos para bajarle el estrés a la planta.
-Ahora volvamos al principio: para lograr la eficiencia de estos productos tenés que hacer un buen análisis de suelos. Sin embargo en eso no hay mucha cultura…
–Eso es fundamental, es la base de todo. Este es un cambio de mentalidad, es un cambio de paradigma. Y todos los cambios de paradigma traen estrés. Entonces todos los cambios de paradigma son complejos en su génesis, hasta que agarran vuelo y empiezan a caminar. Por ejemplo, hace 20 años atrás me decían que estaba totalmente loco y fíjate ahora (hace referencia a una explosión de las empresas de bioinsumos).
“No es que me ilusiono, es una lucha, es plantar un concepto y es empujar un paradigma que tarde o temprano va a explotar y va a ser lo mandante. Porque las condiciones que se dan hoy en día son muy complicadas, cada vez hay que poner más químicos y cada vez tenemos más problemas y cada vez hay mayor contaminación”, dice Warnes.
“Tampoco hay que ser extremista porque el productor tiene que ganar plata, pero si tenemos que producir alimentos con mejor calidad nutricional, el problema es que el suelo no tiene calidad nutricional y que el alimento que surge de ese suelo tiene déficit nutricional”, terminó diciendo.