Tal como anticipó Bichos de Campo, dio negativo el segundo análisis para detectar la Gripe Aviar en un establecimiento avícola correntino donde hace diez días se había anunciado un positivo que resultó ser falaz. Lo confirmó este viernes a la noche el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en su comunicación diaria sobre la situación de esa enfermedad.
El reconocimiento oficial ahora evitará una masacre innecesaria en el plantel de gallinas ponedoras de la granja avícola Santa Ana, que habiía impugado judicialmente el primer análisis. De todos modos, Senasa aclaró que mantendrá “interdicto” ese establecimiento hasta tanto no se cumplan los 14 días en que la OInfluenza Aviar Altamente Patógena, del tipo H5, puede estar incubándose en el lugar.
“La segunda muestra tomada a aves de la granja “Avícola Santa Ana” de Corrientes, dispuesta por orden de la Justicia Federal, dio resultado negativo a la presencia de IA según diagnosticó el Laboratorio Nacional del Senasa”, fue la escuate explicación del organismo en su parte diario, donde sí reconoció otro caso de la enfermedad en aves de traspatio en Puerto Madryn, provincia de Chubut, por lo que se acumula un total de “78 detecciones de la enfermedad en total en todo el país”.
Claramente de esa suma deber+a excluir ahora el segundo caso en Corrientes, desmentido por un segundo análisis forzado por la resistencia de la empresa -que indicó que los muestreos se hicieorn incorrectamente en el lugar- y ordenado por la justicia. Por ahora, en el recuento por provincia el Senasa no retrocedió, porque el establecimiento seguirá bajo observación.
“Considerando que Argentina está atravesando una emergencia de influenza aviar altamente patógena desde su ingreso al país, la alta y rápida difusibilidad del virus, sumado a que la granja en cuestión está ubicada dentro del área de riesgo por la cercanía a un brote confirmado y ante la concurrencia de resultados divergentes sobre la presencia del virus dentro de la misma, el Senasa considera pertinente mantener la interdicción por sospecha del establecimiento al menos hasta cumplidos 14 días desde la primera toma de muestras (4 de abril de 2023)”.
También se realizará “una tercera toma de muestras para el desarrollo de técnicas tanto moleculares (RT- PCR) como serológicas, lo que fue comunicado a la autoridad judicial”, informó el organismo veterinario.
Para defender su actuación en los procedimientos que pusieron en zozobra a toda la empresa y sus 300 empleados, y que deberian haber implicado el sacrificio sanitario de 200 mil gallinas de no haber mediado la intervención de la justicia, el servicio informó que “el pasado 6 de abril el laboratorio del Senasa – el único en el país autorizado para el diagnóstico de IA – detectó la presencia del virus en muestras tomadas a aves de la citada granja por el veterinario responsable de la sanidad, según lo informado por la empresa, y enviadas cumpliendo con las garantías de custodia fijadas en el protocolo correspondiente y dispuso el sacrificio de las aves para evitar la diseminación de la enfermedad”.
La versión de la empresa correntina denunciada a la justicia es bien diferente: “El martes 4 de abril, un funcionario de Senasa se hizo presente en la empresa. En ningún momento ingresó a los galpones, ni tuvo contacto con los animales, solo dejó un kit para tomar muestras en manos de una Veterinaria de Registro, (profesional que tiene registro de Senasa, certificada en inocuidad de los productos, pero que no tiene capacitación en sanidad, ni mucho menos para tomar muestras). Esta persona supuso que el examen sería llevado a cabo por la avícola, mientras que los dueños de la empresa confiaron en que lo realizaría la especialista. En este estado de confusión, las muestras no se realizaron y los kits regresaron a SENASA vacíos”.
La pregunta del millón entonces es saber qué muestras analizó el laboratorio de Martínez como para que le dieran positivos que ahora se desmienten.
Lo que sí es correcto -al menos en los protocolos- es que “Senasa llegó hasta la granja Avícola Santa Ana porque el predio se encuentra en la zona de control sanitario por su cercanía a un brote de IAAP confirmado en la localidad de San Cosme. Esta zona de control sanitario se considera de riesgo ya que los predios que tengan aves en esa zona presentan mayor probabilidad de contraer el virus”.
Otra gran pregunta es por qué si esa zona era considerada de riesgo no se actuó en el lugar con la mayor responsabilidad posible en la toma de muestras.
Tratando de evitar un enorme papelón, el senasa indicó en su comunciado que “las medidas que realiza ante la detección de un caso positivo de IAAP siguen los protocolos internacionales y tienen por objetivo contener la dispersión de la enfermedad para evitar un mal mayor como sería que el virus alcance al resto de la avicultura de Corrientes y otras provincias, como Entre Ríos, que es el principal productor avícola en nuestro país”.
Para adelante, y tragando saliva, el organismo sanitario indicó que “sin perjuicio de lo sucedido en la provincia de Corrientes, donde se continuará con lo indicado por la autoridad judicial prestando colaboración desde el primer momento, entendiendo la compleja situación del sector, y con el objetivo de salvaguardar la salud pública, el Senasa continúa las acciones de vigilancia, en coordinación con las provincias y municipios”.
El organismo deslizó que hasya ahora esta estrategia a resultado positiva: “A la fecha, en el sector comercial, de las 5500 granjas distribuidas en el territorio nacional, son 10 las que han tenido detecciones positivas”.