La crisis en la industria cárnica argentina sumó un nuevo capítulo en las últimas horas. Los frigoríficos de consumo interno y las plantas de faena que trabajan para grandes expendios de carne viven una situación alarmante.
La dificultad para mover el mercado interno, la suba creciente de costos, la mejora en los precios de la hacienda, y una caída generalizada de los valores de los subproductos de la industria, están haciendo que se sucedan cierres en plantas frigoríficas. En las últimas semanas se vienen conociendo noticias de cierres definitivos de las mismas, como ocurre en Tucumán, Santa Fe o Buenos Aires.
Con este panorama, Cainca, la Cámara de Industrias Cárnicas, anunciaron que cobrarán el servicio de faena a quienes realicen la actividad en la provincia de Buenos Aires, como medida para paliar la crisis del sector.
Esta medida es innovadora, ya que a diferencia de lo que ocurre en provincias como Córdoba o Santa Fe, las plantas de faena de Buenos Aires no cobran ese servicio, sino que utilizan el “recupero” proveniente de los negocios que surgen con los subproductos bovinos: Cueros, cebos o menudencias.
Sin precisar fecha, la cámara industrial anunció que se cobrará en el territorio bonaerense un 1.4% del precio mayorista, lo que equivale a 0.7% que abona el consumidor.
La medida busca guarecerse de la tormenta perfecta que enfrentan estas industrias, especialmente las que se encuentran en el AMBA, que proporcionan un 35% de la carne que se consume en el país.
Cainca aseguró: “En las últimas semanas han cerrado definitivamente dos plantas de faena de la provincia de Buenos Aires, relacionadas con la difícil situación que está atravesando el sector. Esto es el resultado de un alza muy fuerte de todos los costos y una baja constante de los subproductos, los cuales antiguamente generaban el resultado económico de las empresas”.
Para contextualizar, los industriales agregaron: “En los primeros nueve meses del presente año, el resultado fue negativo en seis, estando agosto y septiembre dentro de estos”.
Remarcando el rol de estas plantas, la cámara empresarial destacó: “Hay un compromiso social en muchos de estos establecimientos y en muchos pueblos de la provincia, son el principal lugar de la generación genuina de puestos de trabajo”.
En concreto, los representantes de la industria vacuna expresaron: “A diferencia de otras provincias, Buenos Aires no cobraba servicio de faena, especialmente en los establecimientos cercanos al AMBA, pero es una situación imposible de mantener. Las plantas no pueden subsidiar el sistema”.
De acuerdo a lo que expresaron, los valores que pasarán a cobrar “en el corto plazo”, igualarán la situación “con todas las otras provincias”.
“Existen muchas responsabilidades y es necesario seguir cumpliendo con las fuentes de trabajo y ofreciendo todos los días el 35% de la carne que consumen los argentinos”, aseguraron desde Cainca.