La cosecha gruesa avanza de a poco hacia sus tramos finales con menos soja de lo previsto inicialmente debido al impacto del clima en diferentes regiones. Pero en algunas entidades del sector ya comienzan a monitorear lo que va a suceder con la nueva siembra de trigo. Después de sacar las cuentas correspondientes, lo primero que hacen los productores es aprovisionarse de los insumos necesarios.
En la Bolsa de Cereales de Córdoba hicieron un informe sobre la relación insumo/producto para este cereal, para el maíz y para la soja. Y actualmente es el trigo el mejor posicionado. Gonzalo Augusto, economista de la entidad, dijo respecto de los costos de implantación que respecto del año pasado “trigo y maíz mejoraron, y soja fue levemente positivo”. Este indicador mide justamente la capacidad de compra de determinado grano de los insumos necesarios para producirlo, como las semillas, el agroquímico o el gasoil.
¿Y por qué mejoró esta relación? Según Augusto, hubo dos grandes factores. “Por un lado, los precios”, que crecieron tanto para el trigo como el maíz, pero cayeron para la soja. Por el otro lado, explicó, “tenemos el precio de los fertilizantes como la urea y los fosfatos, que cayeron entre 60 y 80 dólares por toneladas y esto mejoró el poder adquisitivo de los cereales y no el de la soja”. La caída en el precio de los fertilizantes tiene que ver con la baja del petróleo, en tanto otros insumos como el glifosato y la atrazina aumentaron.
Escuchá el reportaje completo a Gonzalo Augusto:
En Córdoba, la siembra de trigo tuvo un gran crecimiento en los últimos años, “gracias a las políticas que se aplicaron”, dijo Augusto, quien destacó que en los últimos cuatro años la superficie pasó de 1,2 a 2,5 millones de hectáreas en la provincia. Claramente se refería a la eliminaciónd e las trabas para exportar el cereal y por cierto a la eliminación de retenciones, que se mantuvo hasta agosto de 2018.
Este año hay otros datos que juegan a favor del trigo y que podrían ayudar a que se mantenga al menos el área sembrada en las últimas campañas. Por un lado, las lluvias fueron más que suficientes y recargaron bien el perfil del suelo, al menos para el arranque del ciclo. El otro dato es que los precios a cosecha -con la estructura de costos que se maneja en este momento-, permitirían obtener una rentabilidad favorable, al menos en las cuentas preliminares.
Según Augusto, “los precios a cosecha son similares a los de a cosecha del año pasado, de 170 a 175 dólares por tonelada, y dan buen resultado”.
Pero así como hay de cal, hay de arena. Y si el clima jugó a favor hasta ahora, el temor es que en lo que queda de 2020 se afienza un “año Niña”. Es lo que indican los modelos climatológicos de la Bolsa de Córdoba. Además hay cuestiones políticas y económicas, y de hecho en las últimas semanas recrudecieron los rumores respecto de posibles intervenciones en el comercio del cerea, así como de una suba de tres puntos en las retenciones, que pasarían de 12 a 15%.
Descargá desde aquí el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba sobre la Relación Insumo producto.
“Si hay alguna política que complique o intervenga al mercado triguero podría afectar la siembra y sería un gran golpe al trigo luego de todos los mercados que logramos”, advirtió Augusto.
Agregó que pese a los factores que juegan a favor del cereal de invierno, la ecuación trigo-soja de segunda complica las cosas. “Cuando vemos al trigo como caso aislado, tiene buenos números. Pero el planteo trigo/soja de segunda los rindes de la oleaginosa son menores y te tira abajo la rentabilidad y complica un poco el escenario”, explicó.
En este contexto, el experto no descarta que “algunos productores pueden optar por no sembrar trigo y dedicarse más a la gruesa sobre todo teniendo en cuenta que puede ser una año niña”.