Establecido mediante la Resolución 181/2023 de la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, entre el 13 y el 17 de mayo se realiza la Semana de lucha contra la Triquinosis, una enfermedad zoonótica parasitaria que puede transmitirse a través del consumo de carne insuficientemente cocida o del consumo de chacinados contaminada.
Cada año, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) detalla información sobre esta afección y los métodos de prevención y control que se deben aplicar para evitar riesgos.
“Dado el nivel de consumo de productos elaborados con carne de cerdo y derivados en nuestro país -chacinados, embutidos y salazones- es fundamental que aquellas personas que se dedican a la cría de estos animales, les proporcionen una alimentación segura y adecuada, ya que los cerdos pueden adquirir el parásito a través de lo que comen; y que mantengan las instalaciones en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas”, indicaron desde Senasa.
“La principal fuente de infección de esta enfermedad para las personas son los cerdos domésticos, aunque también puede producirse por consumo de otras especies silvestres como jabalíes o pumas que contengan larvas del parásito en sus músculos”, añadieron.
El cuadro clínico en humanos es variable pero los síntomas más comunes son fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, dolores y dificultades motrices.
En los animales, en cambio, los síntomas de esta parasitosis no son visibles por lo que es necesario realizar controles en laboratorio para confirmar a ausencia de esta enfermedad.
La prueba clave es la de digestión artificial, un método que permite detectar la presencia de larvas de trichinella en una muestra de carne.
“La prueba diagnóstica es también una pauta para quienes se dedican a las actividades cinegéticas. En ocasiones, los cazadores elaboran chacinados y salazones con carne de puma, jabalí u otros animales silvestres, motivo por el cual es fundamental determinar a través del laboratorio si la carne es apta para el consumo”, señalaron desde el ente sanitario.
También es clave el retiro de las carcasas en el campo para evitar que otros animales las consumen y la enfermedad recircule.
En cuanto a las medidas preventivas que la población debe adoptar a la hora de consumir productos porcinos, entre los que se destacan derivados como chacinados, embutidos y salazones elaborados con carne cruda, es clave adquirirlos de establecimientos certificados y habilitados para su elaboración.
También se sugiere a los consumidores cocinar la carne a una temperatura mayor a 70 grados centígrados, para asegurar la eliminación de larvas que transmiten la enfermedad.