El próximo 18 de marzo vence el plazo del “corredor granario” por medio de cual, con la participación de Naciones Unidas, Turquía y Rusia, se asegura la salida de buques por los principales puertos agroindustriales ucranianos. Y a la fecha no existen precisiones por parte del Kremlin sobre la continuidad del mismo.
“La parte rusa, teniendo en cuenta la naturaleza del paquete de los acuerdos de Estambul sugeridos por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, no se opone a la próxima renovación de la iniciativa del Mar Negro después del vencimiento del segundo plazo el 18 de marzo, pero solo por 60 días”, dijo este lunes el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Vershinin, según indicó la agencia oficial Tass.
El funcionario ruso señaló que si bien las exportaciones comerciales de productos ucranianos se realizan a un ritmo constante en beneficio de Kiev, “permanecen barreras en el camino para los exportadores de productos agrícolas rusos”.
“Las exenciones de sanciones para alimentos y fertilizantes declaradas por Washington, Bruselas y Londres en realidad no funcionan”, señaló en referencia a los obstáculos implementados por EE.UU., Reino Unido y la UE-27 para el ingreso de tales productos a sus respectivos mercados.
Vershinin apuntó que la posición de Rusia con respecto al “corredor granario” se determinará –luego del plazo de 60 días– dependiendo del progreso real en la normalización de las exportaciones agroindustriales rusas.
La incertidumbre presente sobre la evolución del acuerdo que permite concretar exportaciones agroindustriales desde los puertos ucranianos es uno de los factores que explica la firmeza de las cotizaciones del trigo en el mercado de futuros estadounidense CME Group.
También contribuyó a morigerar el impacto bajista en las cotizaciones del maíz en un marco de ventas masivas de futuros de productos agroindustriales por parte de fondos corporativos y de inversión.
Antes de la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania era uno de los principales exportadores de cereales del mundo, además de ser –junto a Rusia– en uno de los dos mayores exportadores de aceite de girasol.