La analista del Rosgan, María Julia Aiassa, difundió un informe en el que destaca una caída en la venta de terneros este año de parte de los criadores. Aiassa se apoya en las estadísticas del Senasa para sostener que habría síntomas de una mayor retención de terneros, y que esto podría ser indicador del interés por recuperar los vientres perdidos el año pasado con la sequía.
Según los datos del organismo sanitario, en el primer semestre se vendieron 6 millones de terneros sobre un stock de 14,7 millones, lo que significa que se comercializó el 41% de esta categoría.
Al mismo tiempo indica que, si de lo que se produce sólo la mitad se comercializa, estaríamos en el tramo final de zafra de este año y por consecuencia comenzaría a caer a partir de ahora el encierre en los feedlots, que de todos modos están bien llenos y que cuentan con 2,04 millones de cabezas en sus corrales de terminación.
El volumen de terneros comercializado este año es 10% inferior al alcanzado entre enero y junio de 2023, cuando la seca impulsó la salida de animales de los campos de cría y elevó el nivel de ventas al 44% del stock de terneros.
Pero también es menor al de 2022, que fue un año más “normal” en cuanto a las condiciones climáticas. En el primer semestre de ese año también se había negociado el 44% del stock de terneros, destacó Aiassa.
La analista dijo que “este por ahora leve cambio en la tendencia es consecuencia de que el productor contó con más pasto para sacar animales más pesados y en definitiva facturar más kilos. También por contar con forraje pudo elegir con más soltura cuándo vender y qué tipo de animales comercializar”.
Consignatarios y productores difieren en cuanto al inicio del proceso de retención, aunque hay algunos que destacan que en los remates ya se observan precio por los vientres de entre 800 mil y 1 millón de pesos.
También señalan que este precio debería ser el piso para vaquillonas preñadas o vacas paridas con cría al pie y esperan que en las próximas semanas el mercado reaccione.
En pocos días más arranca la Exposición Rural de Palermo, que da inicio a la temporada de remates de cabañas y reproductores, donde se esperan mejores valores gracias no sólo a la buena calidad de la hacienda que se negocia sino también a las mejores condiciones financieras con las que se va a trabajar lo que resultará clave en la decisión de inversión de los ganaderos.