Un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recomendó a las autoridades nacionales avanzar hacia la digitalización total de las Cartas de Porte, un documento que hoy puede gestionarse on line pero que todavía debe ser impreso a la hora de mandar un camión cargado con granos a los acopios o los puertos. Según el documento, dar ese paso “podría generar a la economía argentina un ahorro de alrededor de 5,4 millones de dólares anualmente”.
El trabajo realizado por los expertos de la BCR Julio Calzada y Blas Rozadilla recuerda que las Carta de Porte (CP) son el documento comercial utilizado internacionalmente en el transporte de mercancías que plasma el contrato de flete. “Como tal constituye un documento idóneo para el control del transporte de carga y una valiosa fuente de información para optimizar la transparencia de la cadena comercial en la etapa de transporte”, señalan.
En el país, el formulario “Carta de Porte para transporte automotor y ferroviario de granos” es el único documento válido y de uso obligatorio para el traslado camionero y ferroviario de granos con cualquier destino, según lo dispuesto por la Resolución conjunta del año 2009 de AFIP, ONCAA y Secretaría de Transporte Automotor. En esa misma resolución se estableció la solicitud on line,, “pero las mismas se siguen gestionando en papel, con los consecuentes costos que implican la confección de los formularios y posteriores controles, y costos de almacenamiento de la documentación”.
Según los técnicos de la BCR, “las tecnologías vigentes brindan la posibilidad de digitalizar este documento, brindando una mayor agilidad y dinámica a la cadena” de comercialización agrícola. Toman como ejemplo “experiencias similares en otros países”.
Por ejemplo, en 2007 se aprobó en Brasil la utilización del “Conhecimento de Transporte Eletrônico (CT-e)”, equivalente a la utilizada en Argentina para el transporte de granos. En ese caso el CT-e (Carta de Porte electrónica) es un documento de existencia únicamente digital, emitido y almacenado electrónicamente, que certifica, a efectos fiscales, un servicio de transporte de carga realizado por cualquier modal (carretero, aéreo, ferroviario, fluvial o ductoviario). Su validez legal está garantizada por la firma digital del emisor (garantía de autoría e integridad) y por el recibo y la autorización de uso por parte de las autoridades fiscales.
Luego de contar las ventajas del caso brasileño, Calzada y Rozadilla realzian un “sencillo cálculo” para estimar los ahorros de costos que supondría el nuevo sistema en la Argentina.
Para comenzar suponen que la producción de granos argentina estimada en 141,5 millones de toneladas en la campaña 2018/19 genera movimientos de transporte por hasta 1,5 veces de su volumen total. Según estimaciones previas publicadas por la BCR, la cantidad de camiones cargados de granos equivalente es de cerca de 2.600.000. Esto coincide con datos del Ministerio de Transporte, que dan cuenta que en los cinco meses comprendidos entre febrero y junio de este año en las terminales portuarias se descargaron 1.236.176 camiones.
Si a eso se le suman los viajes en concepto de flete corto y los que se destinan a la industria para consumo local o a las plantas que no se encuentran ubicadas en los nodos portuarios, el total anual se duplicaría dejando un total de 5,2 millones de viajes.
Dice luego el análisis que por cada uno de esos más de 5 millones de viajes se requiere la emisión de Carta de Porte que se realiza en 4 ejemplares (sin considerar los casos de operaciones de canje donde se puede emitir un ejemplar adicional), lo que conlleva la generación de 20,8 millones de documentos en papel.
“La digitalización de estos documentos generaría un ahorro en adquisición de papel de cerca de 180 mil dólares, sólo considerando el valor de las cerca de 42 mil resmas necesarias para imprimir los documentos, y sin tener en consideración los frecuentes casos en los que se debe repetir el proceso ante errores en la carga manual de los datos”, analizan los expertos.
Además “se suman los costos asociados a la impresión y fotocopiado, incluyendo costos del equipo, insumos y tiempo utilizado para llevar a cabo estas tareas, costos asociados al reciclaje y a la gestión de residuos de papel, al almacenamiento y envío tienen una mayor relevancia”, enumeraron.
Luego, los analistas de la Bolsa de Rosario citan “estudios que estiman que los costos asociados al uso de papel y a la reducción de sus residuos y el ahorro de tiempos para operar el sistema actual equivale a 30 veces el costo de la compra de este insumo”.
Y concluyen: “Siguiendo este dato, la implementación de la CP-e podría generar a la economía argentina un ahorro de alrededor de 5,4 millones de dólares anualmente. Solamente en este cálculo se están considerando cartas de porte para el traslado de granos y no las de otros productos”.