Los precios del trigo argentino 2022/23 se recuperaron hoy parcialmente luego del derrumbe registrado ayer ante el temor de que el gobierno nacional intervenga ese mercado con mayor intensidad.
Luego de la reunión realizada ayer en el ámbito de la “mesa del trigo”, donde el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, no manifestó intenciones de aplicar mayores distorsiones al sistema de formación de precios del cereal de la nueva cosecha, los valores del trigo por cosechar en las próximas semanas volvieron a entonarse.
El contrato Trigo Rosario Diciembre 2022 del Matba Rofex, que ayer había cerrado en 338,5 u$s/tonelada con una caída intradiaria de 20,5 u$s/tonelada, hoy viernes recuperó una pequeña porción de esa brutal pérdida para terminar en 341,0 u$s/tonelada.
Se podría sugerir que ese movimiento se explica por el insólito ajuste bajista del valor FOB oficial del trigo aplicado por la Secretaría de Agricultura –a contramano del mercado internacional–, pero la realidad es que, con el registro de exportación de trigo cerrado de facto, ese precio FOB es sencilla testimonial: da lo mismo poner cualquier número porque el “partido” ya está “cocinado”.
Los últimos datos oficiales, correspondientes al pasado 5 de octubre, indican que los exportadores tenían entonces compradas 5,30 millones de toneladas de trigo 2022/23 con 2,19 millones que están con “precio abierto” y pendientes de fijación.
El dato es que los embarques ya registrados suman nada menos que 8,85 millones. Es decir: los exportadores aún deben comprar más de 3,55 millones de toneladas para poder cumplir con los compromisos comerciales asumidos.
Una parte de esa cifra podría eventualmente cubrirse con stock de trigo 2021/22, pero ciertamente no toda, lo que implica que los exportadores no tienen otra alternativa que estar muy activos en el mercado para originar la escasa producción disponible que habrá en el sector norte de la región pampeana, donde la sequía y las heladas destruyeron buena parte de la cosecha prevista del cereal y podría además dañar eventualmente la calidad de un número significativo de partidas por recolectar.
En ese marco –tal como adelantó Bichos de Campo dos meses atrás– en la actual coyuntura el precio del trigo 2022/23 depende de la “pulseada” entre productores y exportadores, fenómeno que se extenderá hasta que los traders logren completar los embarques programados. Una vez finalizada esa etapa, comenzará la “pulseada” del sector productivo con los molinos harineros.
Una helada severa aplicó la última “estocada” al cultivo de trigo en el norte de la región pampeana