Las cifras de Ser Beef, hoy por hoy el feedlot más grande de San Luis y uno de los más importantes de Argentina, dan cuenta de su magnitud: puede albergar 80.000 cabezas en sus 350 corrales, que consumen 200.000 toneladas de granos al año. Una cuarta parte la cubren con producción propia en 16.000 hectáreas, de las cuales la mitad está bajo riego.
Esa firma, de capitales italianos, acaba de recibir por parte del gobierno de San Luis un Certificado de Aptitud Ambiental por los avances en medidas de sustentabilidad. Particularmente, tuvieron la aprobación de dos de sus actividades, ganadería intensiva y distribución de carne envasada, que tienen como destino la exportación y el mercado interno.
La empresa, que tiene activos también en ingeniería hidráulica y la generación de energía, venía ya trabajando sobre la producción sustentable hace ya tiempo. De hecho, dentro de su establecimiento ubicado en el paraje Comandante Granville, ya producen biogás y avanzaron con la transición energética de muchas de sus tareas.
Con su servicio de hotelería, gran parte de los animales que engordan tiene como destino la Cuota 481, que es carne enviada a la Unión Europea. En paralelo, hace algunos años que decidieron aprovechar todos los cortes que no entran en ese cupo, que se los compran a sus clientes, los envasan al vacío y los venden bajo la marca propia San Bernardo.
Antes de los brotes de aftosa de los años 2000, de hecho, la firma tenía su propio frigorífico donde faenaban la hacienda propia que engordaban a corral. La crisis sanitaria los obligó a cambiar el modelo de negocios y optar por el servicio a terceros, con una agricultura destinada a la producción de forrajes en vez de la exportación.
Hoy, terminan a corral desde animales livianos, para el consumo interno, hasta los de 500 kilos, con destino de exportación.
“Con este reconocimiento se pone en valor el esfuerzo del sector productivo por crecer de manera responsable, generando desarrollo y cuidando al mismo tiempo el ambiente”, explicó el director de Gestión Ambiental de San Luis, David Nicola, que hizo entrega de los dos Certificados de Aptitud Ambiental (CAA) junto al secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Federico Cacace.
Para acceder a esos reconocimientos, la empresa atravesó auditorías, presentó informes técnicos y aprobó la Declaración de Impacto Ambiental. Hacia adelante, representa una ventana de oportunidad para acceder a mercados más exigentes y agregar valor a sus producciones.