A mediados de diciembre, ya es una tradición, los profesionales del INTA establecieron las fechas de inicio de la cosecha de peras y manzanas en las diferentes regiones productivas distribuidas en Río Negro, Neuquén y Mendoza, siempre teniendo en cuenta la madurez de los frutales. Aunque la tarea ya ha comenzado en algunas fincas y variedades, se generalizará en los próximos días.
En este contexto, el gobierno de Río Negro (donde está la mayor superficie implantada con estas frutas de pepita) informó que alrededor de 10.000 trabajadores temporarios o “golondrina” arribaron en las últimas semanas a Río Negro, provenientes de diferentes provincias del norte de país, para desempeñarse en la actual temporada en la zona del Alto Valle.
El Gobierno provincial, en un comunicado, detalló que los trabajadores provienen de las provincias de Entre Ríos, Misiones, Corrientes, Salta, Santiago del Estero, Jujuy, Formosa y Tucumán. Hay mucha precisión en estos datos porque la Secretaría de Trabajo local estuvo realizando intensas tareas con los controles correspondientes poniendo especial hincapié en que se cumplan los protocolos vinculados a la prevención del Covid-19.
El secretario de Trabajo de la provincia, Jorge Stopiello, destacó que “se ha intensificado la tarea de los inspectores, que trabajan en forma mancomunada con los demás organismos provinciales, como Policía y Salud, como también con los demás organismos tanto provinciales como nacionales”.
Pero el trabajo recién empieza y la cadena productiva de peras y manzanas de Río Negro espera para esta temporada de cosecha el arribo de un total de 20.000 trabajadores migrantes.
Este tipo de trabajadores temporarios cobra por su volumen de producción y no es sujeto de paritarias sino de un negociación directa entre el contratista que usualmente los organiza y cada productor o empresa frutícola.
A la par existen trabajadores rurales permanentes que están enrolados en el gremio UATRE y otros dos sindicatos y que por estas horas están manteniendo una negociación paritaria bastante dura con CAFI (Camara Argentina de fruticultores integrados) y la Federación de productores de fruta de Río Negro y Neuquén.
En esa negociación, según cuente el medio especializado Agrovalle, la CAFI elevó su propuesta salarial, respecto de las últimas negociaciones; para los tres gremios a un 30%, por debajo de la inflación reconocida en el 36.1%. Los tres gremios amenazan con medidas de fuerza si este miércoles no se llega a un acuerdo.