“El cambio de uso de suelo (CUS), tiene una gran influencia en el stock de carbono del suelo”, explicó Pablo Peri, quien como investigador del INTA Santa Cruz y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA–CONICET), integró un equipo internacional que realizó un estudio sobre este asunto tan de boga en la actualidad. En rigor, el cambio de uso de los suelos agrícolas está considerado como una de las principales causas de las emisiones de gases de efecto invernadero por todos los inventarios nacionales y globales.
Según esta investigación, resumida en un informe del INTA Informa, midiendo los suelos a 1 metro de profundidad se verificó que las pérdidas de carbono orgánico “estuvieron fuertemente asociadas con el cambio de uso del suelo”.
Así, el investigador del INTA detalló que la transición de bosque a cultivos implicó un 18,5% menos de carbono orgánico, mientras que los cambios de pastizal a cultivo o de bosque a plantación forestal representaron una reducción del 17.6% en la dotación de carbono.
¿Y por qué se pierde carbono si se modifica el uso del suelo? “Este problema se convierte en la segunda fuente más grande de emisiones a la atmósfera, a través de la liberación de carbono almacenado en la vegetación y el suelo”, indicó Peri.
Pero el camino inverso es posible. En el estudio se especificó que “los incrementos de carbono orgánico del suelo se asocian principalmente a los cambios de cultivo a bosque, con un incremento del 28% de carbono orgánico, del 23,2% cuando se pasa de cultivo a pastizales y un 10,5% más con el cambio de pastizales a bosque”.
El trabajo completo se titula “Biophysical and socioeconomic factors influencing soil carbon stocks: a global assessment”, y fue recientemente publicado en la revista internacional “Mitigation and Adaptation Strategies for Global Change”. El análisis partió de una base de datos con 817 sitios identificados, los cuales abarcan distintas gradientes ambientales y que representan los distintos biomas existentes.
En el trabajo se identificaron 8 tipos de transición de cambio de uso del suelo: pastizal a cultivo, pastizal a bosque, bosque a vegetación secundaria, bosque a pastizal, bosque a cultivo, bosque a plantación forestal, cultivo a pastizal, y cultivo a bosque.
Así, los especialistas lograron determinar los patrones globales de cambio en las reservas de carbono orgánico del suelo para diferentes transiciones en el cambio de uso del suelo hasta una profundidad de 1 metro, y establecer la importancia relativa de los factores biofísicos y socioeconómicos.
De la investigación también participaron junto con Peri, Sandra Duarte-Gaurdia, Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) y German Baldi, Universidad Nacional de San Luis y CONICET.
¿Y cuánto carbono se perdió hasta ahora con el avance de la agricultura, la ganadería y la forestación? El documento del INTA contabiliza que en los últimos 200 años los suelos perdieron alrededor de 133 petagramos de carbono de los primeros 2 metros del perfil debido a cambios en el uso del suelo. Pero todo se agravó más recientemente. Los investigadores subrayaron que “en los últimos 10 años, el flujo neto global de carbono -debido a estos cambios- se encuentra entre 1,1 y 1,5 petagramos de carbono”.
En esta línea, en el estudio se detalla que, por ejemplo, una pérdida del 10% en las reservas mundiales de carbono orgánico del suelo, corresponde a unos 30 años de emisiones antropogénicas.
A Peri lo afecta el viento. Un estudio sesgado, desequilibrado, tendencioso. El problema es complejo y hay millones de hectareas que estan fijando mucho Carbono en el suelo.
Publicita nota Agroecología tienen baja productividad.
MITO. Agricultura orgánica produce 70% más. No hay ningún estudio que demuestre que no se pueden tener buenos rindes sin agroquímicos.