Hoy quedó en evidencia de que existen dos visiones contrapuestas en el Mercosur. Por un lado, Argentina y Paraguay, que prefieren mantener el “status quo”, mientras que, por otro, Uruguay y Brasil quieren abrir sus economías para integrarse comercialmente con las principales regiones del mundo.
El presidente argentino Alberto Fernández volvió a ratificar hoy, durante la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, realizada en formato virtual, que no está dispuesto a negociar Tratados de Libre Comercio (TLC) con otras naciones por fuera del bloque.
Fernández señaló que “es importante honrar los contratos fundacionales que firmamos. Unidos podemos consolidar un Mercosur creativo, que avance de la mano de sus pueblos y no se corte solo, imponiendo visiones unilaterales”.
La posición del presidente argentino fue compartida por su par de Paraguay, Mario Abdo Benítez, quien dijo que los principios fundacionales del Mercosur “refuerzan la idea que no hay mejor camino que el fortalecimiento de nuestro proceso de integración, y que, por tanto, es necesario que continuemos colaborando activamente las propuestas para consolidar el comercio regional y afianzar una política comercial común”.
Respecto al relacionamiento externo, el mandatario paraguayo aseveró que se debe apostar a un trabajo coordinado en beneficio de los intereses de los Estados partes del bloque regional. “Tenemos que seguir trabajando de forma coordinada y en conjunto, con una visión equilibrada que tenga en cuenta los intereses de todos, que escuchemos a los Estados parte”, resaltó.
Para que no quedaran dudas de su posición, Abdo Benítez afirmó que Paraguay ve integrado al Mercosur por cuatro miembros más todos lo que se sumen y “no un Mercosur de tres, de dos, no quiero que al terminar esta cumbre la percepción sea que hubo un retroceso. Tenemos la obligación indelegable de hacer todo lo que está a nuestro alcance para evitar ese retroceso”.
Cuando le llegó el turno al presidente Luis Lacalle Pou, el contraste discurso con Fernández y Abdo Benítez fue imposible de ocultar. “El Uruguay quiere avanzar con el Mercosur. Tenemos más fuerza, más dimensión y más poder negociador con el mundo”, indicó en tono diplomático.
Sin embargo, Lacalle Pou ratificó que “el Uruguay pretende avanzar en acuerdos con otros países y esto no significa vulnerar ni violentar la regla del consenso: el mundo ya va muy rápido y se está entrelazado comercialmente”.
“El mundo avanza hacia allá, está claro, y el mundo no nos va a esperar. Y por eso, amigos presidentes, con tranquilidad y con un concepto mercosuriano, les queremos decir, como ya fue informado ayer, que hacia allá va el Uruguay y ojalá que vayamos todos juntos, pero lo que está claro es que allá vamos”, concluyó Lacalle Pou.
En tanto el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien asumió la presidencia pro tempore del Mercosur, aseguró que “la persistencia de ‘puntos muertos’ y el uso de la regla del consenso como instrumento de veto, junto con el apego a visiones arcaicas sobre sesgos defensivos (en materia comercial), tendrá el único efecto de consolidar un sentimiento de escepticismo y duda sobre el potencial dinamizador real del Mercosur”.
El presidente brasileño afirmó que el bloque no puede seguir siendo sinónimo de ineficiencia, desperdicio de oportunidades y restricciones comerciales. “El semestre que terminó no cumplió con las expectativas y necesidades de modernización del Mercosur. Deberíamos haber presentado resultados concretos en los dos temas que más movilizaron nuestros esfuerzos recientes: la revisión del arancel externo común y la adopción de flexibilidades para la negociación de acuerdos comerciales con socios externos; Brasil tiene prisa”, concluyó.
¿Cuál es el “lastre” del Mercosur que Uruguay se quiere sacar de encima?