Mientras que en la mayor parte de las regiones productivas del Cono Sur la humedad no es un problema debido a las lluvias abundantes registradas en los últimos meses, el pronóstico climático luce un tanto inquietante.
Un mes atrás el pronóstico “objetivo” publicado por CPC/IRI –organismo dependiente de Columbia Climate School– mostraba que había un 60% de probabilidad de que se instale una fase “La Niña” en el último trimestre de 2025.
Pero este lunes el pronóstico, que se confecciona con el promedio ponderado de las proyecciones elaboradas por los principales centros climáticos mundiales, indicó que esa probabilidad había crecido al 65%.
Para el trimestre comprendido entre noviembre de este año y enero de 2026 la probabilidad media fue determinada en 62% para luego caer al 53% en el período diciembre 2025/febrero 2026. Para el próximo otoño regresaría la fase ENSO Neutra, que es la vigente a la fecha.
El fenómeno Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés), que comprende la variación de parámetros meteorológicos del Océano Pacífico ecuatorial, influye de manera determinante en los regímenes de precipitaciones de diferentes regiones del mundo.
Los diferentes modelos climáticos prevén en todos los casos un enfriamiento del Pacífico ecuatorial, aunque con diferentes niveles de intensidad. El informe del CPC/IRI realiza un promedio general de cada uno de los mismos.
Los rendimientos promedio de soja en la Argentina a nivel nacional durante fases ENSO “neutras” no suelen ser siempre tan excepcionales como en los ciclos “El Niño”, pero se encuentran niveles promedio históricos. Los registros indican que el mayor peligro se encuentra durante las fases “Niña”.
Sin embargo, estos patrones no son determinísticos porque están influenciados por otros factores climáticos, tales como la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO) o el Dípololo del Océano Índico (IOD).