Pese a la dura resistencia de muchos productores que han salido a las rutas en contra de las legislaciones ambientalistas, el Parlamento Europeo aprobó este miércoles la llamada Ley de Restauración de la Naturaleza, con la que se busca regenerar ecosistemas degradados de sus territorios, contribuyendo a alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad y a mejorar la seguridad alimentaria.
¿Se imaginan si algo así sucediera en la Argentina? Aquí el Congreso no ha logrado consenso como para tratar en años anteriores la ley de Humedales, así como el actual gobierno de Javier Milei propiciaba cambios en las leyes de protección de bosques nativos y glaciares. Es decir que si esos paquetes de protección de ecosistemas se ponen en duda, mucho menos puede pensarse en regenerar ambientes degradados.
Pero en la Unión Europea, donde la degradación de la Naturaleza comenzó mucho tiempo antes que aquí, las urgencias parecen ser otras. Por eso el Parlamento desoyó muchos de los reclamos de los propietarios de tierras rurales y avanzó en la sanción de este proyecto largamente discutido, que obliga a los Estados miembros a restaurar al menos el 30% de los hábitats contemplados en la nueva ley (bosques, pastizales y humedales hasta ríos, lagos y lechos coralinos) para que pasen de un estado deficiente a uno bueno en 2030.
Ese porcentaje debería aumentar al 60% en 2040 y al 90% en 2050. Cuando un área se encuentre en buenas condiciones, los países de la UE velarán por que no se deteriore de manera considerable.
Por eso la ley obliga a los 27 países que integran la UE a adoptar planes nacionales de restauración que detallen cómo pretenden alcanzar estos objetivos. Habrá tres modos de verificar que las mejorías proyectadas s ecumplan: el índice de mariposas de los pastizales; la proporción de tierras agrícolas con características paisajísticas diversas, y las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierras de cultivo. Además deben tomarse medidas para aumentar el índice de aves comunes ligadas a medios agrarios, ya que estos animales son buenos indicadores del estado general de la biodiversidad.
Este es el texto aprobado por el Parlamento Europeo:
TA-9-2024-0089_ES
En materia de tierras agrícolas, hay una firme decisión de impulsar una agricultura regenerativa de los suelos, que aporte más carbono. Los países de la UE deberán reparar al menos el 30% de los campos explotados para 2023, el 40% de aquí a 2040 y el 50% para 2050.
Por otro lado, la ley exige una evolución positiva de varios indicadores en los ecosistemas forestales y que se planten 3.000 millones de árboles más. Los Estados miembros también tendrán que convertir al menos 25.000 kilómetros de ríos en cauces libres y garantizar que no se produzca una pérdida neta de la superficie nacional total de espacios verdes urbanos y de cubierta arbórea urbana.
Como más del 80% de los hábitats europeos se consideraban en mal estado, la Comisión Europea propuso el 22 de junio de 2022 esta Ley de Restauración que, según su visión, “reportaría importantes beneficios económicos, ya que cada euro invertido se traduciría en al menos ocho euros de beneficios” a futuro.
Aquí todo esto, por ahora, resulta una quimera.