La tecnología y el sector agropecuario no son enemigas, ni mucho menos. Sabido es que Argentina se encuentra a la vanguardia mundial en adopción de tecnologías, y además muchas de esas las desarrollamos aquí.
En el congreso Maizar que se realizó en esta semana, una empresa describió lo que los drones agrícolas pueden hacer, y no solo eso, sino que gracias a la inteligencia artificial, se pueden hacer mapeos al instante, recorrer el lote y analizar la sanidad del cultivo, y generar datos, todo desde el galpón o la casa.
La Inteligencia Artificial (IA) es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Un dron ya es algo más conocido, se trata de esos equipos que levantan vuelo o van por tierra y pueden generar imágenes, incluso algunos ya tienen la capacidad de aplicar agroquímicos.
Gonzalo Gómez, de desarrollo de mercado de DroneScope.ag, se refirió durante el congreso mencionado al aporte que los drones hacen a la tarea de monitoreo del cultivo. El técnico explicó que se trata de, a partir de vuelos, transformar fotos de los lotes en datos objetivos que permitan tomar mejores decisiones.
Gómez cree también que procesar datos masivos a gran velocidad para convertirlos en información de valor, es uno de los grandes desafíos de la agricultura actual. “El dron posee la gran ventaja de recorrer y fotografiar de manera aérea los lotes en poco tiempo, permitiendo cubrir grandes superficies. La inteligencia artificial actúa en este caso en el dron, al permitirle planificar un mapeo de rutas de vuelo, y también en el software que interpreta las imágenes buscando patrones que luego serán datos”, puntualizó Gómez.
El ahorro de tiempo es uno de los grandes aportes de los drones a la agricultura. No sólo se logran relevar enormes superficies en poco tiempo obteniendo gran cantidad de información con ahorro de mano de obra, sino también se alcanzan datos precisos y puntuales con niveles de objetividad imposibles de obtener con otras herramientas. Todo esto redunda en eficiencia a la hora de tomar decisiones que ahorren insumos y potencien rendimientos, como es el caso de las aplicaciones dirigidas de fitosanitarios.
Tecnología: Medir la siembra de trigo con un drone podría incrementar sensiblemente el rendimiento
El especialista en drones explicó que el vuelo permite hacer un seguimiento del barbecho en la pre siembra, con el objetivo de evaluar con precisión dónde y en qué proporción se encuentran las malezas, y a partir de allí plantear una estrategia de aplicaciones dirigidas.
Luego de sembrado, es posible evaluar la calidad de implantación a través de un vuelo en v3-v5, para cuantificar la población y la uniformidad espacial. Con esta información se pueden validar ambientes con siembra variable y así ajustar estimativas de rendimiento.
También es posible ajustar o planificar la fertilización nitrogenada en v5. En esta misma etapa es posible aprovechar el vuelo y evaluar incidencia de malezas pos siembra y planificar aplicaciones dirigidas para plantas resistentes que requieren herbicidas más específicos y costosos.