En la campaña argentina 2022/23 el área de siembra de soja sería 16,7 millones de hectáreas, una cifra 2,5% superior a la del ciclo anterior, según la primera proyección preliminar realizada por la Bolsa de Cereales de Buenos aires.
Se trata de la primera expansión del área de soja argentina desde la campaña 2015/16, pero la cuestión es que ese fenómeno no se dará por mérito propio de la oleaginosa, sino por una pérdida acelerada de competitividad del resto de los cultivos.
En función de las perspectivas climáticas vigentes, en la cual se esperan lluvias por debajo de la media histórica, la proyección de cosecha se ubica de manera preliminar en 48,0 millones de toneladas, una cifra 11% mayor (+4,7 millones de toneladas) a la del ciclo 2021/22.
“La información relevada durante el mes de agosto y septiembre reporta una recuperación del área de soja, principalmente planteos de primera. La contracción del área de fina, maíz y sorgo, una relación insumo producto más favorable para la soja respecto al maíz y la faltante de semilla de girasol ayudarían a impulsar la expansión de la oleaginosa”, señala el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Durante 2022/23 se espera una expansión interanual del área de 6,5% para la soja de primera (+690.000 hectáreas) para representar un 68% de la superficie de soja total para la campaña.
Para la soja de segunda prevé una contracción de casi 300.000 hectáreas, especialmente en el centro y el norte del área agrícola argentina como producto de la caída interanual del área de trigo, donde unas 500.000 hectáreas quedaron fuera de la campaña en curso como consecuencia de la falta de humedad superficial durante la ventana de siembra del cereal de invierno.
El girasol es el cultivo que luce más competitivo en la próxima campaña 2022/23 pero, lamentablemente, la falta de disponibilidad de semilla limitó la expansión del mismo.
En segundo lugar se ubica la soja, que es, además, el cultivo que requiere la menor inversión por hectárea, lo que representa una gran ventaja en un contexto incierto con acceso restringido a la financiación.