Careaga Hnos y Teglia SRL, empresa agroindustrial santafesina fundada en 1948 por Jorge Daniel Careaga y Raúl Teglia, se declaró en concurso de acreedores al acumular desde comienzos del presente mes de septiembre 118 cheques rechazados por un monto total de 448,9 millones de pesos.
La empresa con sede en Alvear y planta industrial en Gral. Lagos (Santa Fe), además cuenta con una deuda bancaria de 6864 millones de pesos, la mayor parte de la cual corresponde a Banco Macro, Banco Coinag, Galicia, Credicoop y Banco Industrial, entre otras entidades.
Por otra parte, los registros del Mercado de Valores SA (Mavsa) indica que la firma libró cheques de pago diferido por 1316 millones de pesos con vencimiento entre septiembre y noviembre de 2025.
Si bien la empresa se inició con el negocio del acopio de granos, en los últimos años los directivos de Careaga Hnos y Teglia decidieron apostar fuente por la comercialización de legumbres y harina de maíz con marcas propias (La Abadía y Dorotea).
El reporte de sustentabilidad de la empresa correspondiente al ejercicio 2023 indica que el grueso de la facturación se explica por la venta de harina de maíz y lentejas, mientras que el resto de los ingresos se originan en maíz pisingallo, arvejas, garbanzos y servicios de acopio de granos.
El documento también señala que más del 28% de la facturación se originaba entonces por ventas al sector público en el marco de licitaciones realizadas por el Estado nacional.
La cuestión es que, luego del escándalo registrado en 2024 con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), se suspendieron las compras de alimentos por parte del Estado nacional.
OEI comenzó a ser investigado por la justicia al detectar posibles irregularidades en la contratación de personal tercerizado para el Ministerio de Capital Humano. Como dicho ministerio también adquiría alimentos a través de la OIE –con Careaga Hnos y Teglia como uno de los proveedores–, esas operaciones fueron suspendidas desde entonces.
Otro segmento en el que participa la empresa es la venta de legumbres y harina de maíz con marca de supermercados, mientras que los productos de marca propia se comercializan tanto en mayoristas como en supermercados. Con un consumo interno pauperizado, las ventas no lograron compensar el “agujero” dejado por la ausencia de las compras estatales.
La última publicación en redes sociales de la empresa corresponde al pasado 6 de agosto, donde se indica que “desde General Lagos, elaboramos legumbres para nuestra marca y también para marcas que eligen alimentar de forma consciente. Creemos en una forma de producir simple, natural y sustentable. Elegí lo que hace bien”.