Campo. Agro. Agricultura. Conceptos ausentes en el discurso ofrecido esta noche por el presidente Javier Milei al cumplirse el primer año de su mandato.
La mayor parte de los integrantes de la comunidad agroindustrial seguramente experimentaron un sabor agridulce al terminar de escuchar el discurso, porque, si bien reconocen la importancia de la estabilización macroeconómica, no se los tuvo en cuenta ni siquiera con una mínima mención.
Milei dijo que espera poder aplicar “3200 reformas estructurales más antes de terminar nuestro mandato”, aunque es poco probable que dentro de las mismas se incluya la eliminación de los derechos de exportación.
El presidente también mencionó que está trabajando en una “reforma impositiva estructural que reducirá en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y devolverá a las provincias la autonomía impositiva que nunca debieron haber perdido; así, el año próximo veremos una verdadera competencia fiscal entre las provincias argentinas para ver quién atrae más inversiones”.
Tal reforma puede ser una buena noticia para aquellos que se dedican a brindar servicios, pero para aquellos que necesitan de tierra para producir quizás la cuenta final termine representando un dolor de cabeza enorme hasta que se descubra la tecnología necesaria para poder trasladar un campo de una jurisdicción a otra.
Otro aspecto central del proceso de crecimiento mencionado por Milei tiene que ver con la cuestión monetaria: la convergencia del tipo de cambio paralelo al tipo de cambio oficial. “Esto nos acerca cada día un poco más a la salida definitiva del cepo cambiario, una aberración que nunca debería haber ocurrido y que, con nosotros, se va a terminar el año que viene y para siempre”, aseguró.
“Para ello estamos trabajando en una solución definitiva para el problema de los stocks del Banco Central (BCRA), que puede darse ya sea a través de un nuevo programa con el Fondo Monetario (FMI) y/o a través de un acuerdo con inversores privados”, añadió.
Traducido: las reservas internacionales del BCRA deben crecer y mucho para poder unificar el tipo de cambio, un atributo de cualquier país normal.
Luego Milei habló de introducir “un esquema de competencia de monedas para que todos los argentinos puedan utilizar la moneda que quieran en sus transacciones cotidianas: van a poder hacer las transacciones en la moneda que ustedes quieran, créase o no, lo estamos haciendo”.
Si tenemos en cuenta que el BCRA sigue “flaco” de divisas, es muy poco probable que se permita la posibilidad de que los exportadores puedan disponer libremente de las divisas generadas, las cuales tendrán que seguir siendo entregadas en una proporción del 80% al BCRA a cambio de pesos al tipo de cambio oficial.
Es decir: por más que se habilite la libre circulación de monedas como en Uruguay, si no se termina con la obligación de liquidar divisas en el BCRA, eso será inocuo para el sector agrícola: seguirán cobrando en pesos.
Milei además indicó que impulsará “durante el próximo año un Tratado de Libre Comercio con EE.UU.”, el cual, si está bien diseñado, puede generar importantes beneficios a gran parte del sector agropecuario argentino.
“Gracias al RIGI, tendremos el terreno de crecimiento lleno de nuevos jugadores que nunca existieron en nuestro país. A base de darle un marco fiscal lógico a las inversiones de más de 200 millones de dólares, ya tenemos solicitudes de aprobación de inversiones por más de 11.800 millones de dólares, y hay anuncios por miles de millones más en sectores como infraestructura, minería, siderurgia, energía, automotriz, tecnología, petróleo y gas. Esto funciona como una anticipación de lo que será nuestro futuro régimen de bajos impuestos”, auguró Milei.
Lamentablemente, no hubo ningún anuncio para el sector de la economía que es el mayor inversor y el más grande generador genuino de divisas de la economía argentina. A seguir esperando.
¿Gobierno anti producción?
¡Dejen de llorar!
No cambian más estos camperos.
Lo más cómico es que lo votaron y LO VAN A VOLVER A VOTAR.
Productores que en 2008 eran unos leones, ahora se transformaron fieles ciervos que siguen en la queja y echando la culpa ajena.
Ojalá cambien y empiecen a ver sus problema si “tranquera adentro”, aceptando las reglas de juego que les pone el gobierno . Y sino, hagan un partido político agrario !!! Pero por favor dejen de quejarse y venderse discursos berretas. De lo contrario le siguen dando la razón a otra persona: Son empresarios oligarcas que le gusta el poder , en lugar de ser productores agropecuarios amantes de la tierra, que aceptan desafíos de cambios productivos para adaptarse a los desafíos que existen.
Hoy en día llego la hora de innovar desde sus propias desiciones y pensar con libros