El gobierno de Donald Trump nuevamente salió a “bancar” la gestión de Javier Milei para proveer al país de dólares que no puede generar por cuenta propia y no porque no tenga capacidad de hacerlo, sino porque la principal “fábrica” de divisas –el agro– sigue operando, tal como sucede desde hace más de dos décadas, muy por debajo de su potencial gracias a la extracción gigantesca de recursos que la propina el Estado nacional.
“Todas las retenciones son contraproducentes, pero algunas son más contraproducentes que otras”, podría llegar a escribir George Orwell si viviera entre nosotros. Los derechos de exportación durante el kirchnerismo eran una aberración. Ahora, con el gobierno libertario, son un mal necesario. En definitiva, se trata de dos maneras diferentes de calificar el mismo robo. Dicen que con una caricia duele menos.
El Fondo Monetario (FMI) anunció este jueves que aprobó la primera revisión del acuerdo con la Argentina instrumentado en abril pasado, lo que habilita el ingreso de 2000 millones de dólares comprendidos en el programa con el organismo multilateral.
Este jueves además el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó dos préstamos por un total de 1200 millones de dólares para la Argentina “con el fin de avanzar en reformas clave que fortalezcan su sostenibilidad fiscal, mejoren el clima de negocios y aumenten la competitividad”.
Se trata de un “salvavidas” adicional que llega justo a tiempo para traer algo de calma a la turbulenta situación financiera presente en la Argentina, en la cual en las últimas jornadas el equipo económico liderado por el ministro Luis “Toto” Caputo tuvo que reforzar las intervenciones orientadas a sostener un tipo de cambio artificial.
Antes del respaldo proveniente de EE.UU., comenzaron a circular rumores sobre un nuevo incentivo destinado al sector agrícola. Algunos medios amigos se la jugaron y señalaron que se aplicará una rebaja directa de derechos de exportación.
Desde Bichos de Campo preferimos optar por la prudencia y esperar hasta poder conocer la “letra chica” de los anuncios que realizará el gobierno este sábado en la Expo Rural de Palermo, especialmente teniendo en cuenta el antecedente inmediato, ya que la rebaja temporaria de retenciones terminó siendo una versión libertaria del “dólar soja” de Sergio Massa.
La realidad es que, tal como sucedió con la “rebaja temporaria de retenciones”, lo que se anuncie este sábado seguramente estará impulsado más por las necesidades del gobierno libertario que por los problemas de competitividad presente en el agro.
Eso porque el ingreso de agrodivisas propiciado por el “dólar soja” de Caputo ya se terminó y desde el pasado 2 de julio la “canilla” de ese recurso permanece cerrada ante la no registración de Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de maíz y productos del complejo sojero.
El relato onanista sobre el potencial aporte de divisas que algún día podrían generar la minería y los hidrocarburos no sirve de mucho cuando te toca observar como el flujo de ingreso de divisas se cae en picada y tuviste que armar un zafarrancho –que disparó las tasas de interés en pesos a la estratósfera– para comprar un puñado de dólares antes de reunirte con los funcionarios del FMI y mostrarles que las reservas internacionales no estaban en el quinto subsuelo.
Por lo tanto, llegó el momento de que Caputo saque otro “conejo de la galera”, el cual, me animo a decir –y espero ojalá equivocarme y recibirme de “mandril”– estará diseñado para acelerar la recomposición de reservas internacionales del BCRA a cambio de algún beneficio ocasional o poco sustancial para el sector agrícola.
La recomendación, para el caso, es siempre la misma: eliminar por completo los derechos de exportación y luego reasignar partidas en función de los recursos disponibles, considerando las prioridades planteadas por el propio Milei en la campaña electoral: salud, educación y seguridad. ¿El resultado? Observar en pocos años una explosión de productividad, generación de empleo y agregado de valor, tal como ya sucedió en Brasil, Paraguay y Uruguay. Y, por supuesto, olvidarse de una vez por todas de la restricción de divisas, problema que no tiene ninguno de nuestros vecinos (ya recibidos hace rato de países normales).
El agro no se apurara a liquidar stocks a cambio de un bono q le mitigue en algo los DEX
Cómo bien explica el artículo, el gobierno está practicando onanismo al palo
Un bono tan compensatorio de las retenciones, que cuando entre a cotizar en el mercado secundario, no tendrá más valor que un 10% , gracias totales Toto