El INTA Patagonia Norte y la Asociación Civil Ciencia Sativa firmaron un convenio con la provincia de Río Negro para avanzar en la conformación de la cadena de producción de cannabis sativa con fines terapéuticos y de investigación. Del mismo participaron actores públicos y privados que forman parte de esa cadena productiva.
El proyecto de producción de cannabis sativa en Patagonia Norte surgió luego de la sanción de la Ley Nacional 27.350, que incluye al INTA como uno de los organismos gubernamentales autorizados para el cultivo de cannabis con fines científicos y/o médicos. Este proyecto cuenta con la aprobación del Ministerio de Salud de la Nación desde enero de 2021.
“La fortaleza del proyecto tiene que ver con la institucionalidad que se formó y que permite tener una cadena en la que están todos integrados desde la semilla hasta el producto final. Eso es, sin duda, lo que produce las innovaciones”, señaló durante la firma del convenio Carlos Magdalena, director del Centro Regional Patagonia Norte del INTA.
La cadena contempla la evaluación y el cultivo de variedades de cannabis desarrolladas por el INTA y la Asociación Ciencia Sativa para este fin; la extracción de resinas por parte de la empresa Pasedati S.A.S., y la producción final de derivados de cannabis por la Productora Farmacéutica Rionegrina Sociedad del Estado (PROFARSE).
Además el proyecto prevé la caracterización de variedades de cannabis de origen local dentro del programa de fitomejoramiento.
“Estamos presentando tres variedades al INASE para su aprobación y posterior cultivo en las parcelas experimentales”, señaló Mariana Amorosi, coordinadora y responsable de cannabis en Patagonia Norte, quien luego remarcó que la inversión inicial permitirá construir la infraestructura para el secado del material vegetal, el laboratorio de extracción de resina y la construcción de un invernadero y un macrotunel para la primera etapa.
Además, el equipo evaluará los principios activos del cannabis y analizará la composición cuali-cuantitativa de compuestos activos como cannabinoides, terpenos, flavonoides. También se propone determinar los biotipos y protocolos de cultivo más eficientes según la cantidad de cannabinoides producidos.
A partir de la inversión que realizó la empresa Pasedati S.A.S, se avanzará en la adquisición de la infraestructura inicial para la investigación del cultivo.
“Ya empezamos a desarrollar la planta de secado y el almacenamiento. Tenemos mucho trabajo por delante porque todo requiere un acondicionamiento especial para cumplir con los requisitos de la ANMAT”, dijo Antonio Barahona, representante de esa firma.
Luego de la extracción de la resina, la misma será entregada a PROFARSE para realizar el producto final para uso medicinal y terapéutico, según la normativa vigente. El laboratorio estará a cargo del control de calidad, el registro de los productos y la elaboración de los respectivos prospectos.