Se confirmó la resistencia a glifosato en un biotipo de pasto cuaresma (Digitaria sanguinalis) obtenido en 2019 en el noroeste de la provincia de Buenos Aires.
“Así se suma una nueva especie a la cada vez más extensa lista de malezas resistentes en Argentina, que hoy alcanza los 42 biotipos, 28 de ellos con resistencia a glifosato”, indicó Aapresid por medio de un comunicado.
Se han identificado poblaciones de D. sanguinalis resistentes a diversos grupos de herbicidas (inhibidores de atrazina, ACCasa o ALS) en Australia, Canadá, China, la República Checa, Nueva Zelanda y EE.UU., pero es la primera vez que se reporta una población resistente al glifosato.
Los investigadores Marcos Yanniccari, Marcos (Chacra Experimental Integrada Barrow, Conicet y Facultad de Agronomía UNLPam) y Ramón Gigón (asesor privado) llevaron adelante el trabajo que confirmó la resistencia de esta maleza a glifosato y que fue publicado en la revista Pest Management Science.
El trabajo tuvo como objetivo caracterizar el nivel de resistencia al glifosato a nivel molecular, fisiológico y enzimático así como la supervivencia de las plantas en una población de D. sanguinalis expuesta durante varios años a la selección de glifosato en condiciones de cultivo extensivo.
Se detectó una mutación de sitio específico en el ADN de la maleza (Pro-106-His) que interfiere directamente en la síntesis y actividad de esta enzima y, por tanto, en la acción del glifosato. Esa mutación hace que se requiera una concentración de glifosato 80 veces mayor en la población resistente para lograr una inhibición de la actividad de EPSPS similar a la de la población susceptible.
“Es la primera vez que se detecta este tipo de mutación en malezas, por lo que los efectos de la misma sobre la actividad de la enzima EPSPS, la heredabilidad de la resistencia y la aptitud adaptativa de las plantas resistentes deben abordarse en estudios futuros”, señala el comunicado.
“Teniendo en cuenta que el glifosato es la principal herramienta agronómica utilizada para el control químico de D. sanguinalis en cultivos de soja y maíz tolerantes al glifosato, esta nueva alerta genera un nuevo desafío para los profesionales y productores en lo que a su manejo refiere”, advierte.