Frente a la publicación en Bichos de Campo de una noticia que da cuenta de que “El gobierno argentino prometió que en 2030 el 30% del territorio nacional será destinado a conservación para mitigar el cambio climático“, y que recoge parte del contenido del “Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático” elaborado oficialmente, la ONG Aves Argentinas, conformada también por un buen número de productores, envió a nuestra redacción la siguiente nota de opinión, valorando la iniciativa.
Este es el texto:
“En primer lugar hay una confusión con relación a la campaña global 30×30 (a la que se sumaron más de 100 países) y es que la meta es global, no para cada país. Para la iniciativa es importante proteger aquellos sitios de especial valor, de manera de frenar el acelerado proceso de desaparición de especies en el mundo.
Pero lo más preocupante es que una parte del sector agropecuario piense que realmente las cuestiones sociales y ambientales deambulan por caminos diferentes.
Otro importante sector del agro apuesta a que la Argentina se erija como una potencia ambiental y para ello se encolumnan detrás de la idea de un cambio de paradigma, que nos sitúe verdaderamente en el lugar de una potencia productora mundial, pero ambientalmente responsable.
Es indiscutible la vocación de un amplio sector del mundo de la producción por alcanzar los principios de la sostenibilidad, atendiendo los tres factores involucrados en este concepto: el económico, el social y el ambiental.
Por otro lado, son muchos los esfuerzos de diversas organizaciones ambientalistas por trabajar junto al sector productivo en soluciones a problemas ambientales extendidos y reconocidos. Ese parece ser el camino.
Pero cuesta vislumbrar un cambio positivo en este aspecto si los referentes del campo se oponen a la creación de áreas protegidas, como si eso realmente afectara su potencial y competitividad. La ciencia indica que la promoción de estas áreas con distintos niveles de protección es una de las herramientas más eficientes como antídoto contra el flagelo de la crisis climática. Justamente, lo que el campo más padece en este momento.
La parábola de la rana que hierve siempre tiene vigencia. Cuenta la historia de una rana que salta a una olla llena de agua hirviendo y salta inmediatamente fuera porque el agua estaba demasiado caliente. Sin embargo, si se hubiera puesto en una olla de agua fría y se hubiera calentado gradualmente, la rana no habría saltado y finalmente moriría cuando el agua llegara al punto de ebullición. Los seres humanos suelen ignorar las situaciones peligrosas si se presentan de manera gradual en lugar de ser impactantes e inmediatas.
¿Es utópico pensar que Argentina se convierta en un país reconocido a nivel mundial por producir alimentos que sean valorados por su calidad y por la conservación del medio ambiente? Para lograr esto, se necesita un esfuerzo conjunto de productores y ambientalistas, para agregar valor a los productos que salen de Argentina. Tenemos el potencial para ser líder mundial en producción de alimentos y conservación de nuestra naturaleza”.
Aves Argentinas