¿Recuerdan el G-20? ¿Recuerdan el centro de la ciudad de Buenos Aires todo vallado a fines de 2018 para que los principales líderes mundiales pudieran sesionar en la Argentina y prometer las grandes reformas que el mundo necesitaba para crecer? Mauricio Macri, el ex presidente, tocaba el cielo con las manos. Bueno, ese famoso G-20, ahora en el marco de la pandemia del coronavirus, está tratando de atar con alambre las promesas de ese mundo maravilloso. Sus líderes piden no involucionar.
Después de su reunión en Buenos Aires, que de nada sirvió a los argentinos a los que tanto dinero les costó, el Grupo de los 20 debería volver a sesionar en Riad, Arabia Saudita, del 21 al 22 de noviembre de 2020. Veremos. Mientras tanto hay reuniones preparatorias y pronunciamientos, que la menos se realizan por teleconferencia y nos ahorran los gastos de costosos pasajes aéreos en primera. Este martes se produjo la cumbre de los ministros de Agricultura. Es el tema que nos ocupa.
“Nosotros, los ministros de Agricultura del G20, estamos profundamente tristes por las devastadoras pérdidas y sufrimiento humanos causado por la propagación de COVID-19. Nos comprometemos a cooperar estrechamente y tomar medidas concretas para salvaguardar la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial”, dice el comunicado que los ministros de Agricultura de las potencias suscribieron luego de versa las caras por la pantallita.
Lo cierto es que las promesas de un mundo mejor por ahora quedarán para después. La pandemia trastocó todos los planes de las naciones desarrolladas, que en general han venido promoviendo un mayor intercambio comercial y el acatamiento de las reglas dela OMC (Organización Mundial de Comercio), aunque luego sus principales socios (Estados Unidos y China, sobre todo) sean los primeros en bastardearlas. Lo hicieron sin ningún disimulo sobre todo después de la publicitada cumbre de Buenos Aires.
Por eso, tome este comunicado con pinzas: lo más probables es que lo que aquí dicen los ministros de Agricultura ni siquiera se cumpla, ene spacial ahora que los gobiernos tienen la urgencia de frenar el Covid-19. A qué se comprometieron los ministros:
- Reafirmaron “la importancia de trabajar para garantizar el flujo continuo de alimentos, productos e insumos. esencial para la producción agrícola y alimentaria a través de las fronteras. Reconocemos los desafíos de minimizar el riesgo de COVID-19 mientras mantener en funcionamiento las cadenas de suministro de alimentos”.
- Aseguran que los países reaccionarán “contra cualquier medida restrictiva injustificada que pueda conducir a un precio excesivo de los alimentos o a la volatilidad en los mercados internacionales y amenacen la seguridad alimentaria y la nutrición de grandes proporciones de la población mundial, especialmente los más vulnerables que viven en entornos de baja seguridad alimentaria”.
- Acordaron que “las medidas de emergencia en el contexto de la pandemia deben ser dirigidas, proporcionales, transparentes y temporales, y que no crean barreras innecesarias al comercio o interrupción de las cadenas mundiales de suministro de alimentos, y son consistentes con la OMC”.
- Reafirmaron “nuestro acuerdo de no imponer restricciones a la exportación o impuestos extraordinarios sobre alimentos y productos agrícolas comprados para fines humanitarios no comerciales propósitos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras agencias humanitarias”.
- Admitieron “el papel crítico del sector privado en los sistemas alimentarios” y pidieron mayor cooperación entre los sectores públicos y privados para ayudar a movilizar respuestas rápidas e innovadoras a los impactos de esta pandemia en los sectores de agricultura y alimentación.
- Destacaron “la importancia de evitar la pérdida de alimentos y desperdicio causado por interrupciones en las cadenas de suministro de alimentos, lo que podría exacerbar la inseguridad alimentaria y riesgos nutricionales y pérdidas económicas”.
Desde su despacho en Buenos Aires, nuestro propio ministro de Agricultura, el formoseño Luis Basterra, participó de la reunión virtual con sus pares de las potencias. Contó un comunicado oficial que el argentino remarcó que “estamos viviendo momentos críticos” y advirtió que “el mundo posterior a la pandemia será sustancialmente diferente”. No hizo más declaraciones sobre qué es lo que cambiará, así que nos dejó pensando.
Puede cambiar para mal. O puede cambiar para bien y evitarnos en el futuro costosas reuniones internacionales, como la que sucedió en Buenos Aires en 2018, que finalmente dejan la sensación de que no sirven para nada.