Agrometal logró cerrar el año 2022 con una venta de 488 sembradoras, ocho unidades más que las comercializadas en 2021 y cien más que las colocadas cinco año atrás. Sin embargo, en 2023 el panorama previsto es bastante diferente.
A partir del segundo semestre del año pasado, debido a la sequía y al aumento de las tasas de interés, la demanda comenzó a desacelerarse. De hecho, los ingresos por “anticipos de clientes” fue el indicador que mayor caída registró como consecuencia de la entrega de sembradoras en número superior a la generación de nuevas operaciones.
“La variación del monto de ventas de sembradoras en moneda constante refleja una caída del 5%, ya que, entre otros factores, por primera vez en los últimos veinte años no se devengaron los bonos fiscales decreto 379/01, implicando una reducción de su importe nominal de aproximadamente 8%”, explicó Agrometal en el balance presentado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En la empresa con sede en Monte Maíz (Córdoba), además del problema generado por el desastre climático, no esperan que haya un cambio en lo que respecta a alternativas crediticias accesibles para empresas y contratistas agrícolas. “Con relación a las tasas de interés, no se espera que las mismas bajen en el corto plazo, debido a la política monetaria de alcanzar tasas reales positivas”, señala el balance.
“Teniendo en cuenta lo marcado del cambio que contrasta la situación del primer y segundo semestre del año 2022, y que se estima para el año 2023 una situación más en línea con las características del segundo, se deberá adecuar la estructura de la empresa a un nuevo escenario que con el paso de los meses se fue consolidando, lo cual implicará ajustar los rubros del gasto, reducir el nivel de inversiones y adecuar la capacidad de producción a un nuevo nivel de demanda”, añade.
El resultado logrado por la empresa en 2022 fue de 806,4 millones de pesos versus 2149 millones en 2021 (expresados en moneda constante, es decir, ajustada por inflación). La fuerte caída de la rentabilidad se vincula fundamentalmente con el extraordinario impacto de la inflación sobre la estructura patrimonial de la empresa.
El rubro “resultado por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda” registró en 2022 una pérdida de 2505 millones de pesos versus otra de 1021 millones en 2021. “Ningún otro rubro de este estado (del balance) presenta una variación ni siquiera similar, por lo que en gran medida, es factible atribuir al impacto de la inflación una altísima proporción en la explicación del resultado final”, apuntó Agrometal.
“Tan alto impacto del efecto inflacionario tiene su principal explicación por el volumen reflejado por rubros del activo que están plenamente impactados por dicho efecto, siendo el saldo a favor del IVA y los bonos fiscales las principales causas que explican en un altísimo porcentaje la magnitud del RECPAM”, añadió.