Las decisiones de la entidad bancaria impactan sobre los importadores, entre los que se encuentran por caso los proveedores de fertilizantes, y en consecuencia sus clientes, los productores.
Salvador Di Stéfano, economista especializado en agro, cree que la situación refleja una crisis más estructural. “La historia es más larga. En primer lugar el Banco Central tenía tres filas de personas pidiendo dinero. Una para repatriar utilidades al exterior a las que les dijo que no, otra de importadores y luego apareció fila larga de gente para pagar deuda al exterior. Las empresa financieras y no financieras tiene deuda con el exterior de casi 81.000 millones de dólares”, advirtió
“¿Por qué pidieron las extranjeras que se les pague? Porque la Argentina no termina de dar buenas señales con la restructuración de la deuda, y en este tumulto el presidente del Banco Central dice ´basta, no va más!´”, señaló.
-¿Pero qué tiene que ver la deuda con los importadores?
-A los importadores les dice que si vienen a pedirme y yo veo que en su cuenta tienen billetes, entonces que usen esos dólares para pagar importaciones. Son dólares que compraron en Dólar Bolsa a 110/120 pesos, por encima del oficial, y por lo tanto eso se traslada al costo del producto, por ejemplo de los fertilizantes. En lo concreto, la medida para las importaciones habilita el tipo de cambio del dólar bolsa”.
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Con estas medidas, el analista considera que el Banco Central: “se declaró en convocatoria de acreedores”. Agregó que la autoridad monetaria de la Argentina tiene reservas por 42 mil millones de dólares, pero de las cuales las reales o netas son pocas. Encima recibe esta avalancha de pedidos de dólares a la que no puede hacer frente.
La otra decisión del Banco Central, para promover que los productores realicen con mayor rapidez sus ventas de granos, fue la de permitir al sistema financiero que las empresas agropecuarias hagan plazos fijos a valor producto o atados a la evolución del tipo de cambio, medida anclada en la creencia de que el productor está reteniendo mercadería:
“El gobierno tiene una confusión grave, cree que el hombre de campo tiene mucha soja guardada, le dice ‘venda y haga plazo fijo soja o atado a valor dólar’. Pero no entiende que el hombre de campo que tenía necesidad ya vendió y el que va a esperar lo hace porque no le cierra el número”.
El analista de mercados dijo que varios productores ya vendieron su cosecha porque “nos hizo caso cuando le dijimos venda contra-ciclo, que va a sacar 20 dólares más la toneladas. Por eso hay soja vendida a posiciones como septiembre o noviembre”.
Pero Básicamente Di Stéfano sabe que “el hombre de campo vende cuando tiene que pagar y entonces, ¿quién le va a creer a este banco central que está en convocatoria?”.
A Di Stéfano también le preguntamos por lo que se puede esperar de la economía y cómo ve al sector agropecuario. “Vamos por partes. La inflación fue 9,4% en los primeros 4 meses, llegaremos con 12,5/13% a mitad de año y terminaremos en 35/40% a fin de año. El dólar oficial en 95/100 y la brecha cambiaria sería de 50% si el Gobierno no da señales contundentes. La actividad económica va a caer, pero es difícil proyectar si no sabés cuándo termina la cuarentena”.
Con respecto al sector agropecuario fue más optimista. “Está mal pero no tan mal como el resto. Si vendiéramos sueters tendríamos el negocio cerrado. Respecto del resto, tenemos una bendición”.
El analista consideró que el productor debe “pensar con más astucia”. Y en ese sentido evaluó que “la ganadería será un buen negocio y creo que hay que sembrar más maíz que soja. El trigo tiene tendencia alcista y va por otro lado”.
Di Stéfano ve además que el precio del petróleo está mejorando y que eso beneficiará a la demanda de etanol y por consiguiente al precio del maíz lo que a su vez espera que impacte en la soja. “Al petróleo se lo veía a 40 dólares a fin de año y ya está en 36 el barril”.
También espera que mejoren las condiciones del sector lechero por la mayor demanda exportadora (las ventas al extranjero crecieron 12% en volumen y 24% en valor en primer cuatrimestre). También ve una mejora en las exportaciones de carne vacuna por la creciente demanda de China y la mejora en la situación europea.
En este contexto recomienda a los chacareros: “Dejá de mirar al Banco Central y comprate unas patas, porque hoy en términos de dólares están baratas, Una vaquillona preñada vale 45.000 pesos que son 400 dólares, Vendés dos terneras y te compras una vaquillona. ¿Quieren un negocio? Metan patas en el campo”.