Es real el despegue del negocio de exportación de carne caprina. En un breve informe, el Ministerio de Agricultura informó que se registró, entre enero y octubre, la exportación de 424 toneladas de carne de cabras y chivitos. Los envíos prácticamente se duplicaron respecto al mismo período del año pasado, cuando se comercializaron 213,3 toneladas.
De acuerdo a los datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), estas carnes caprinas, obtenidas de animales faenados en frigoríficos ubicados en Santiago del Estero, Chaco, La Pampa, Mendoza y Córdoba, tuvieron por destino a Sri Lanka (171,64 toneladas); Vietnam (135,20 toneladas); Bahamas (91,33 toneladas); y Angola (25,64 toneladas).
Además de esos cuatro destinos, el Senasa tiene registrados otros 32 mercados abiertos para enviar carne caprina desde la Argentina, como la Unión Europea, la Unión Económica Euroasiática y Singapur.
La producción de cabras en Argentina está ligada tradicionalmente a agricultores familiares orientados especialmente a la producción de carne para subsistencia y el mercado interno. Por eso llama la atención este despegue exportador, que suma una opción de ingresos al sector.
El país cuenta con 18 frigoríficos habilitados por el Senasa para faenar y exportar carnes caprinas. Seis de ellos están ubicados en la provincia de Buenos Aires; tres en Mendoza; dos en la Ciudad de Buenos Aires; y uno en Córdoba, Chaco, La Pampa, Río Negro, Santiago del Estero; Santa Fe y Santa Cruz.
Para asegurar la inocuidad de este tipo de carne, el Servicio de Inspección Veterinaria del Senasa realiza en cada frigorífico un examen a todos los animales al arribo de la tropa al establecimiento, antes y luego de la faena, detalló el informe oficial.