La producción de maíz tardío podría ofrecer rendimientos hasta 30% menores a los esperados por los productores a causa de la proliferación de la Spiroplasma, la enfermedad transmitida por la chicharrita del maíz. Un mapa elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) comienza a mostrar el impacto de este enfermedad en cada zona de la región núcleo agrícola, en tanto que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronosticó, por primera vez, que la cosecha total del forrajero podría ubicarse por debajo de las 50 millones de toneladas.
“Originalmente los productores anticipaban rendimientos de entre 85 y 90 quintales por hectárea, cifras que se han visto reducidas a unos 60 quintales por hectárea en promedio, con posibilidades de una mayor caída a medida que avanza la temporada”, indicó el trabajo de la BCR, a través de su Red GEA.
Lo interesante es que ese grupo de trabajo graficó la situación en una suerte de atlas del Spiroplasma, mostrando una gran disparidad en la intensidad de los ataques. El impacto de la plaga varía considerablemente dentro de cada una de las zonas. Y si bien en algunas áreas han logrado minimizar los daños hasta en un 5%, otras reportan pérdidas totales.
En el centro-sur de la provincia de Santa Fe se encuentra afectadas las 560 mil hectáreas sembradas con maíz tardío -lo que representa un daño del 80% aproximadamente- con lotes completamente perdidos. En localidades como Venado Tuerto y Pergamino, las pérdidas en cambio se estiman alrededor del 10%, mientras que en Marcos Juárez, ya en Córdoba, alcanzan el 30%. Siempre, claro, referidos al maíz tardío.
La situación crítica fue confirmada en una reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria de la provincia de Santa Fe, realizada el jueves. “Estuvimos validando alguna información y qué zonas han sido las más afectadas en el centro norte y qué zonas han sido menos afectadas, o que prácticamente no hemos tenido episodios, porque son zonas de maíz de primera, que es el sur. Asimismo se realizó un análisis de las causales, los motivos y las falencias porque esto implica un plan de acción”, dijo el secretario de Agricultura y Ganadería, Ignacio Mántaras.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por su lado, también comenzó a emitir sus propios mapas sobre esta emergencia fitosanitaria. Y en su estimación de la cosecha correspondiente a abril por primera vez ubica su pronóstico de producción por debajo de 50 millones de toneladas.
Más exactamente, el equipo de estimaciones de la Bolsa porteña calculó una producción de maíz “comercial” de 49,5 millones de toneladas, con un rinde esperado promedio de 71 quintales por hectárea. Recién se lleva cosechado, eso sí, el 15% de las 7,1 millones de hectáreas sembradas, por lo cual este pronóstico podría seguir cayendo.
Por la rápida expansión del insecto vector de la Spiroplasma y lo complicada que se muestra la producción de la actual temporada, agrega la BCR en su informe, crece entre los productores la incertidumbre para las próximas siembras de maíz tardío y de segunda de la campaña 2024/25. Para el próximo ciclo “si bien entre las opciones de control y prevención, el sorgo granífero surge como una alternativa, en estos momentos enfrenta a la escasez de semillas disponibles en el mercado”, se advierte.
A modo de paliativo, el informe de la BCR también indicó que el maíz temprano muestra un avance considerable en su cosecha, aprovechando los días secos recientes. En las últimas dos semanas, se ha cosechado casi el 50% lo que comprende el 65% del área plantada. Mientras que los rindes que varían significativamente según la localidad.