Este sábado 10 en todo el mundo se celebra el Día Mundial del Pollo, una fecha instituida para rendir homenaje a uno de los alimentos más consumidos, accesibles y estratégicos para la seguridad alimentaria global: la carne de pollo.
El origen de esta celebración se remonta a campañas de valorización promovidas por entidades internacionales del sector avícola, en reconocimiento al papel fundamental de esta proteína en la nutrición, generación de empleo y lucha contra el hambre.
En este sector alimenticio, que enarbola aportar la carne más consumida en el planeta, América Latina desempeña un papel de liderazgo, según remarcó el Instituto Latinoamericano del Pollo (ILP), la filial regional de la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA).
En 2024, la producción mundial de carne de pollo superó los 103 millones de toneladas, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). De ese total, casi el 30% provino de América Latina, según estimaciones del ILP/ALA. En total, 29,9 millones de toneladas fueron producidas por países de la región, especialmente Brasil. La Argentina aporta cerca de 2,1 millones de toneladas a esa suma, menos del 2% del total.
América Latina también se destaca como gran exportadora global. De los 13,5 millones de toneladas exportadas en todo el mundo, 5,7 millones de toneladas tienen origen en países latinoamericanos. En este rubro, la Argentina dificilmente supera las 200 mil toneladas anuales, el 10% de su producción.
Según un informe de la Asociación, el impacto de la avicultura en América Latina va mucho más allá de los volúmenes productivos. Con una población estimada de 663,7 millones de personas (datos de la CEPAL), la región no solo presenta un alto consumo de esta proteína -con un promedio de 39,6 kg por habitante, uno de los más elevados del planeta-, sino que depende del sector como motor de desarrollo económico y social, ya que se estima que la cadena avícola latinoamericana genera millones de empleos directos e indirectos, especialmente en zonas rurales y ciudades intermedias.
“Celebrar esta fecha es fundamental, no solo para reconocer el valioso trabajo de nuestras cadenas productivas, sino también para reafirmar el compromiso que tenemos, como grandes productores, con la seguridad alimentaria de nuestras naciones y del mundo. La carne de pollo es mucho más que una fuente de nutrición: es una herramienta de desarrollo, inclusión y sostenibilidad”, afirmó María del Rosario Penedo de Falla, presidenta de la ALA.
El Día Mundial del Pollo se celebra internacionalmente el 10 de mayo, y fue creado por el International Poultry Council (IPC) para reconocer el valor de esta proteína para una alimentación segura, accesible y sostenible.