Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria, consideró que fue “un paso positivo el retiro de la intención de incrementar las reducciones”, al quitarse el componente fiscal de la Ley Bases que el gobierno envío al Congreso.
Fue ese mismo dirigente el que le recordó al ministro Luis Caputo, cuando se reunieron la semana pasada, que el sector recibía un trato discriminatorio, ya que mientras al agro se lo castiga con este tipo de impuestos a la exportación el petrolero y la minería no cargaban con ese mismo peso.
En la misma sintonía se manifestó el entrerriano José Colombatto, el vicepresidente de CRA, quien indicó: “Vemos con beneplácito la medida que si se implementara causaría un enorme perjuicio a todas las actividades, pero sobre todo a las economías regionales afectando el nivel de empleo y el ingreso de los productores”.
Colombatto dijo que esto evita mayores problemas pero que de todos modos se requiere seguir trabajando en “un esquema de reducción de los derechos de exportación”, lo que fuera prometido por el mismo presidente Javier Milei durante la campaña electoral, cuando destacó el rol del sector agropecuario como motor de la economía.
Además, a los dirigentes de la Mesa de Enlace les preocupan otras cuestiones que siguen formando parte de la iniciativa legislativa del gobierno gracias a los lobbies de algunos sectores con poder de fuego y llegada a los funcionarios.
“Debemos trabajar a nivel legislativo en sacar una nueva normativa para el comercio de semillas que vaya en línea con los que discutió en 2018”, dijo Achetoni. Al presidente de Federación Agraria le preocupa la adhesión a UPOV 91 planteada en la ley, en función del visible apoyo que le dio la Secretaria de Agricultura a la pretensión de los semilleros de firmar esa adhesión.
“Si se avanza, se generan riesgos con el cobro de las regalías extendidas que van sobre el producido y no sobre la compra de la semilla y el pago de la tecnología. Si se la reglamenta mal (a la nueva ley) o no se la reglamenta quedaría a libre albedrío de los obtentores. La regulación debe surgir del trabajo mancomunado de productores, multiplicadores y semilleros”, indicó el dirigente federado.
Otro tema que sigue firme en la ley es la medición de los gases de efecto invernadero que podría afectar a la producción ganadera.
Según Achetoni, ese capítulo sobre emisiones “puede incidir en cuestiones negativas, generar retrocesos en cuanto a ganadería, cuando lo que necesitamos es impulsarla, porque hay muchos sectores que son más culpables de la situación como el petrolero, pero se intenta culpar solo a la ganadería”.