En el departamento Burruyacú, a unos 40 kilómetros de la ciudad de San Miguel de Tucumán, existe un lugar llamada Ramada de Abajo.
Parece un contrasentido que una de las tradiciones en ese lugar sea comer una sabrosa paella repleta de mariscos, porque bien sabido es que en Tucumán no tienen litoral marítimo y mucho menos chance de capturar frutos de mar. Pero esa tradición existe, porque esa zona de la provincia floreció gracias a una de las primeras colonias españolas que tuvo el país, formada por 65 familias que se adjudicaron cada una 104 hectáreas. Ellos se encargan de conseguir los mariscos.
En esa zona de contrastes se realizará la semana próxima, del 5 al 7 de abril, la tercera edición de la Expo Apronor. También es llamativo lo que sucede con esta exposición agropecuaria a cielo abierto, porque a diferencia de lo que sucede con otras muestras organizadas por sociedades rurales muchas veces centenaria, a ésta la empujan un grupo de productores jóvenes y pujantes que representan la nueva cara de la agricultura del Noroeste.
Roberto Palomo es el pro secretario de la muy joven Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor). Con él hablamos sobre la muestra y la situación de la producción tucumana en tiempos de sequía.
“Nosotros nos peleamos con Pergamino porque decimos que Ramada de Abajo es el primer lugar donde se sembró soja en la Argentina, allá por los años ’60. Hoy es una zona donde hay un poco de todo: hay citrus, hay granos y hay también caña de azúcar. Por eso es un punto de encuentro para todas las actividades productivas de Tucumán, donde tenemos 14 microclimas que nos permiten hacer una gran variedad de cultivos”, explicó el directivo de Apronor.
El contexto para la realización de la tercera Expo Apronor no es el ideal, porque esta zona productiva no escapa a las generales de la ley y la sequía también se está haciendo sentir. “Los ánimos están algo caídos estos días, porque la sequía se está haciendo sentir bastante y nos están faltando unos 40 o 50 milímetros de lluvias para cerrar la soja y el maíz (en plena etapa de llenado de granos). Después está el poroto, al que le falta bastante más agua”, explicó Palomo.
Nada que amenace seriamente a la 3° Expo Apronor, a la que los organizadores definen como “la vidriera tecnológica del sector agropecuario del NOA, con la participación de alrededor de 100 empresas del sector”, y como “una oportunidad para vivir la pasión del campo en una zona agrícola con gran potencial y tradición productiva”.
En Ramada de Abajo, donde la paella no falta.
Muy buena convocatoria. Felicitaciones¡